Andrés SÁS: SONATINA-FANTASÍA para Flauta y Piano Op.21 (1934; 1953 publish.) [Vídeo-Score]

Interpretación: Orlando Cela (flauta) & Carmen Rodríguez-Peralta (piano)
[Grabación efectuada en Agosto de 2021; Futura Productions Studio, Boston MA-USA]
André Henri Sás Orchassal (París, Francia 06/IV/1900 † 25/VII/1967 Lima, Perú)
Compositor, violinista, investigador y docente. Hijo natural de Clémentine Orchassal (francesa; costurera de oficio) y de un progenitor anónimo; al tercer día de nacido el niño fue reconocido por Henri Sás (belga; fotógrafo y ebanista de profesión) como hijo suyo. Desde 1905 la familia se trasladó hacia Bélgica en cuya capital André, con el devenir de los años tras graduarse como técnico en ingeniería química, se matriculó en la Academia de Música Anderlacht y luego (desde 1919) en el Real Conservatorio de Bruselas. En esta prestigiosa institución sus principales maestros fueron Alfred Marchot y Johann Schmitt (ambos de Violín); viajó recurrentemente a París para tomar lecciones particulares de Armonía, Contrapunto y Teoría con Maurice Imbert.
Su labor docente la inició poco antes de graduarse, en 1923, al ejercer la cátedra de violín en la École La Forêt de Bruselas, e ingresó como primer violín en la Orquesta de la Sociedad Nacional de Compositores Belgas. Al año siguiente su vida dió un giro vertiginoso al ser contratado por el Gobierno Peruano (a través de su Cancillería) para enseñar violín y dirigir conciertos de cámara en la Academia de Música y Declamación de Lima, posteriormente llamada Academia de Música Alcedo (y más tarde Conservatorio Nacional).
En 1929 Sás junto a su esposa, la pianista María Lucila Rosay (criolla peruana de progenitores franceses) fundaron la Academia de Música Sás-Rosay, activa durante más de cuarenta años en los que destacó principalmente en el campo de la pedagogía y formación de pianístas profesionales. A principios de los años 1930's el gobierno peruano otorgó a Sás la nacionalidad, requisito sumamente necesario para ejercer luego como Director del Conservatorio Nacional de Música (cargo que ocupó en 1937 como interino; formalmente en 1950). También Sás y su esposa fueron los gestores en articular la sección peruana de la Internationale Gesellschaft für Neue Musik (IGNM; Sociedad Internacional para la Música Contemporánea; con sede en Salzburgo, Austria).
Al margen de las credenciales referidas, los académicos nacionales reconocen que la mayor contribución realizada por André Sás hacia su país de adopción, fue promover el campo de la investigación y recuperación de la música del Virreinato del Perú, labor emprendida a partir de 1942 al dedicarse con aplomo a la lectura y catalogación de cuantas Actas capitulares, cédulas reales, libros de ordenanza, bautismos, matrimonios y defunciones; entre otros documentos reposados con hermético celo en el Archivo Arzobispal de Lima. Ciertamente, lo insípido de este asunto es que pese a la prominencia que André Sás representó para la musicología peruana y americana, el mayor corpus de sus investigaciones fueron publicadas posterior a su muerte, hasta 1971; año en que la Universidad Nacional de San Marcos editó su libro: LA MÚSICA EN LA CATEDRAL DE LIMA.
Andrés Sás falleció en Lima -en otrora época, llamada Ciudad de los Reyes, capital de su Patria adoptiva, el 25 de julio de 1967.
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~SONATINA-FANTASÍA Op.21; para Flauta y Piano~
I. Fantasía
II. Elegía
III. Danza
En contraste a todo lo antedicho, la presente obra se adscribe en otro rubro en cual Sás con holgura también incursionó (semejante a lo hecho por otros compositores peruanos antecesores y paralelos a su generación) que fue la documentación de la Música Andina, así como la escrituración de obras inspiradas sobre la amplia gama del folklór nacional, base natural del Nacionalismo Peruano [es decir, obras de acendrado 'Carácter Nacional'].
La SONATINA-FANTASÍA manifiesta, toda, el vigoroso talante (rítmos con variaciones) tan peculiares de los cantos y danzas de las regiones del Alto Perú [Bolivia]; su título no muy agraciado pero 'ad hoc' por su perfil rapsódico (Estructura libre y abierta; constantes cambios del compás y en la acentuación prosódica; ágiles modulaciones entre tonalidades mayores/menores; intersecciones que inflexionan el pulso principal de cada movimiento: rápido-lento-rápido, ó lento-rápido-lento). Si bien sus motivos hacen énfasis en el componente 'arcaizante' tan espontáneo de la música andina, más su lirísmo bucólico y contemplativo inspirado en aires de alta montaña; todo ello está preñado poemáticamente en el trato melódico y mecánico asignado al papel de la Flauta, que fielmente alude en su carácter mimético al de una Quena bien maderosa (aunque algo nasal).
Según algunas pocas fuentes, éstas señalan que su Autor compuso esta obra alrededor del año 1934. No obstante, la misma se publicó hasta 1953 en la edición preparada por la Southern Music Publishing Co. Inc. New York. Siendo la obra dedicada al flautista francés Georges Laurent, quien durante décadas se desempeñó como principal de la Boston Symphony Orchestra.