Tener a Jose Miguel de profesor es un privilegio del que puedo presumir. Rara vez un personaje de insondable erudición se desenvuelve con su humildad, gracia y amabilidad. Su historia del arte islámico me ha abierto a las sutilezas de una cultura que jamás habría intentado comprender sin su tutela y motivación. Un tesoro de la UGR.
Tener a Jose Miguel de profesor es un privilegio del que puedo presumir. Rara vez un personaje de insondable erudición se desenvuelve con su humildad, gracia y amabilidad. Su historia del arte islámico me ha abierto a las sutilezas de una cultura que jamás habría intentado comprender sin su tutela y motivación.
Un tesoro de la UGR.
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