Fantástico Rafa, Elena Olivera es una gran crítica y escritora argentina sobre arte contemporáneo. Yo te la recomendé por instagra. También te comento que acaba de salir un nuevo texto sobre la metáfora y el arte contemporáneo que también te lo recomiendo.
Gracias Rafael por compartir tus conocimientos. Me encantaría saber tu opinión sobre lo transmoderno (Rosa María Rodríguez Magda). ¿Convive con lo metamoderno o fue anterior? . Gracias
Tanto oír por aquí y por allá, con castro, malasombra... la dichosa palabrita de "metamodernismo" y sin dinero para poder comprarme libros sobre el tema. Gracias a éste video al menos me he podido enterar un poco de qué va la vaina osea que gracias, al menos estoy algo más al día
El arte contemporáneo está dando muestra de agotamiento desde los 90, su fracaso ya es evidente puesto que se identificaba teóricamente con las teorías de la posmodernidad filosófica, al igual que con el modelo económico del neoliberalismo, el cual ha llevado a la ruina a la economía mundial. La posmodernidad cuestionó a la modernidad y la metamodernidad cuestiona a la posmodernidad. La posmodernidad mitologizó y rebajó a la calidad de "relatos" los valores clásicos o las certezas de verdad o conocimiento que cimentaban el proyecto modernista, las certezas ahora desvanecidas en criterios de giros lingüísticos se devaluaron como parte de este proceso. Con lo cual ya no hay certezas de nada. La posmodernidad pasó de ser una contracultura a instituirse como la cultura dominante, con el evidente defecto de que la ironía ha perdido su referente original que le daba sentido, debido al abuso y uso reiterado y constante de la ironía y el pastiche como estrategias desmitificadoras de las antiguas certezas o verdades. El pastiche no funciona si no existe un original, no te puedes burlar de la burla y menos cuando no conoces el valor o la obra que propició la primera burla, negar la negación ya es absurdo. Y por lo mismo la sociedad no responde al arte contemporáneo, nunca lo ha hecho realmente, éste solo existe en nichos muy acotados y sectorizados, minoritarios, elitistas y anquilosados, y su existencia es gracias a la ingeniería social implementada por la agenda del sistema que lo ha creado, lo ha intentado imponer y persiste en su propósito, (sino que se haga un recuento comparativo de la enorme cantidad de becas y apoyos hacia el arte contemporáneo por parte de las instituciones, las bienales que lo difunden, y todo el aparato en marcha por mas de 60 años ya), pese a su poco arraigo entre los grandes públicos. Ya que acabe este absurdo, la broma ya no tiene gracia, como diría David Foster Wallace.
Год назад
Por si te interesa se acaba de publicar un nuevo libro sobre metamodernidad en la editorial Mutatis Muntandis
Asumo la necesidad de esta actitud critica aunque nostálgica que los y las artistas debemos asumir! Gracias x tu análisis!
Fantástico Rafa, Elena Olivera es una gran crítica y escritora argentina sobre arte contemporáneo. Yo te la recomendé por instagra. También te comento que acaba de salir un nuevo texto sobre la metáfora y el arte contemporáneo que también te lo recomiendo.
que bueno esto me aclaraste muchas cosas, gracias!
Sugerencia: Igual seria bueno acompañar alguna imagen de obras y citar artistas relacionados con lo que se habla.
Gracias Rafael por compartir tus conocimientos. Me encantaría saber tu opinión sobre lo transmoderno (Rosa María Rodríguez Magda). ¿Convive con lo metamoderno o fue anterior? . Gracias
Tanto oír por aquí y por allá, con castro, malasombra... la dichosa palabrita de "metamodernismo" y sin dinero para poder comprarme libros sobre el tema. Gracias a éste video al menos me he podido enterar un poco de qué va la vaina osea que gracias, al menos estoy algo más al día
El arte contemporáneo está dando muestra de agotamiento desde los 90, su fracaso ya es evidente puesto que se identificaba teóricamente con las teorías de la posmodernidad filosófica, al igual que con el modelo económico del neoliberalismo, el cual ha llevado a la ruina a la economía mundial. La posmodernidad cuestionó a la modernidad y la metamodernidad cuestiona a la posmodernidad. La posmodernidad mitologizó y rebajó a la calidad de "relatos" los valores clásicos o las certezas de verdad o conocimiento que cimentaban el proyecto modernista, las certezas ahora desvanecidas en criterios de giros lingüísticos se devaluaron como parte de este proceso. Con lo cual ya no hay certezas de nada. La posmodernidad pasó de ser una contracultura a instituirse como la cultura dominante, con el evidente defecto de que la ironía ha perdido su referente original que le daba sentido, debido al abuso y uso reiterado y constante de la ironía y el pastiche como estrategias desmitificadoras de las antiguas certezas o verdades. El pastiche no funciona si no existe un original, no te puedes burlar de la burla y menos cuando no conoces el valor o la obra que propició la primera burla, negar la negación ya es absurdo. Y por lo mismo la sociedad no responde al arte contemporáneo, nunca lo ha hecho realmente, éste solo existe en nichos muy acotados y sectorizados, minoritarios, elitistas y anquilosados, y su existencia es gracias a la ingeniería social implementada por la agenda del sistema que lo ha creado, lo ha intentado imponer y persiste en su propósito, (sino que se haga un recuento comparativo de la enorme cantidad de becas y apoyos hacia el arte contemporáneo por parte de las instituciones, las bienales que lo difunden, y todo el aparato en marcha por mas de 60 años ya), pese a su poco arraigo entre los grandes públicos. Ya que acabe este absurdo, la broma ya no tiene gracia, como diría David Foster Wallace.
Por si te interesa se acaba de publicar un nuevo libro sobre metamodernidad en la editorial Mutatis Muntandis