Lisonja, seducción y amenaza, así funciona el mal en el mundo, muy bien retratado. Y parecería que sólo está en zonas de conflicto, en zonas de hambruna, en zonas de desesperanza, pero no. Está en todas partes, expectante, agazapado en lo que parecería ser bueno, moderno, abierto y que, en realidad, es malo, retrógrado y encadenante, porque facilita la manipulación para echar abajo lo tradicional, lo que se sabe bueno pero no conviene a las ambiciones de poder. Por eso la batalla es a todo nivel y en todas partes y nuestra misión es seguir adelante, tratando, desde nuestras propias vidas, de ser soldados en Cristo Jesús. Es nuestra la lucha, no dejemos solos a los que nos guian esperitualmente por sendas de bien, acompañemosle desde nuestras propias vidas, influenciando para bien en nuestro propio entorno, en nuestras familias. Esa es el arma que tenemos que blandir para detener el mal, y la palabra nos ayuda, nos impulsa, Dios mediante!!!. Qué así sea!!! Alabado sea el Señor!!!
Lisonja, seducción y amenaza, así funciona el mal en el mundo, muy bien retratado. Y parecería que sólo está en zonas de conflicto, en zonas de hambruna, en zonas de desesperanza, pero no. Está en todas partes, expectante, agazapado en lo que parecería ser bueno, moderno, abierto y que, en realidad, es malo, retrógrado y encadenante, porque facilita la manipulación para echar abajo lo tradicional, lo que se sabe bueno pero no conviene a las ambiciones de poder. Por eso la batalla es a todo nivel y en todas partes y nuestra misión es seguir adelante, tratando, desde nuestras propias vidas, de ser soldados en Cristo Jesús. Es nuestra la lucha, no dejemos solos a los que nos guian esperitualmente por sendas de bien, acompañemosle desde nuestras propias vidas, influenciando para bien en nuestro propio entorno, en nuestras familias. Esa es el arma que tenemos que blandir para detener el mal, y la palabra nos ayuda, nos impulsa, Dios mediante!!!.
Qué así sea!!!
Alabado sea el Señor!!!