Monasterio de los Jerónimos (fachada y claustro). LISBOA
HTML-код
- Опубликовано: 16 ноя 2024
- Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa (Mosteiro dos Jerónimos) constituye unos de los principales ejemplos de la arquitectura manuelina en Portugal y un homenaje a la época dorada de los descubrimientos, pues Manuel I ordenó su construcción para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. De hecho, las obras se financiaron con los impuestos procedentes de las colonias.
Los críticos de arte consideran este monasterio como la joya del estilo manuelino y uno de los monumentos más importantes de Lisboa y Portugal.
Portada meridional: Fue diseñada por el arquitecto Juan de Castillo que se inspiró en el estilo tardogótico aun vigente con la introducción de la decoración plateresca y elementos renacentistas. Está dividida verticalmente en dos cuerpos. El de abajo consta de un gran arco conopial que cobija dos puertas de acceso. En el tímpano se pueden ver unos bajorrelieves con representaciones de la vida de san Jerónimo y el escudo portugués. El arco está rematado por una escultura de la Virgen de Belém. La parte superior presenta una ventana de arco de medio punto. Ambos cuerpos están limitados por ornamentación tardogótica, con estatuas bajo doseletes y esbeltos pináculos.
Claustro: Se encuentra situado junto a la nave norte del templo. Fue diseñado por Juan de Castillo. Fue realizado entre 1517 y 1519 con varias contratas y subcontratas dando lugar a un resultado final de armonía y uniformidad.
Todo el claustro está ampliamente decorado con motivos manuelinos (letra M, esfera armilar, cabos marineros, temas religiosos, hornacinas, medallones, etc.). Desde el piso de arriba se puede acceder al coro alto de la iglesia, que fue construido por Torralva en el siglo XVI. En él se halla una importante sillería también del XVI.
El refectorio es bastante amplio, cubierto por una buena bóveda nervada. Su realización fue delegada contrata a Leonardo Vaz, bajo los diseños de Castillo. Sus paredes están decoradas con la línea de una soga y con azulejos del siglo XVIII.
En la sala capitular se encuentra la tumba de Alexandre Herculano (1810-1877), historiador y primer alcalde de Belém y fue diseñada también por Castillo, dejando entre sus aparejadores a su hermanastro Diego de Castillo.