Durante cuatro años tuve el honor de ser invitado a este evento a través de mi consuegro, oscense de cuna, que por su parte, fué agasajado por los diferentes alcaldes del Ayuntamiento de Huesca que cada año siguen, uno detrás de otro, con esta añeja tradición de convidar a todos los nacidos en Huesca y residentes, en la actualidad, fuera de ella. Pocas veces he sentido y visto tanto cariño y afecto hacia quienes, por las razones que sean, viven lejos de donde nacieron. Toda una lección, vamos.
Durante cuatro años tuve el honor de ser invitado a este evento a través de mi consuegro, oscense de cuna, que por su parte, fué agasajado por los diferentes alcaldes del Ayuntamiento de Huesca que cada año siguen, uno detrás de otro, con esta añeja tradición de convidar a todos los nacidos en Huesca y residentes, en la actualidad, fuera de ella. Pocas veces he sentido y visto tanto cariño y afecto hacia quienes, por las razones que sean, viven lejos de donde nacieron. Toda una lección, vamos.