Muchas gracias por tu testimonio la memoria es la mayor expresión de ese momento tan tremendo de todos los familiares de expresos políticos y desaparecidos
Excelente exposición y auténtica Miriam. En lo personal me emociona, porque la recuerdo cuando llegó al sótano y la pusieron donde hasta quizás uno o dos días antes había estado yo en la celda 13. Además a mi me habían traido el libro Los hijos del Sol de Jorge Amado que lo terminé de leer y se lo pasé a ella. Luego ya en la Pecera me enteré que el libro salió de la biblioteca que había allí, como producto de todos los libros saqueados de las casas de los compañeros. Felicitaciones Miriam
Gracias Miriam por tu testimonio. Fue muy emocionante y muy pedagógico. Una larga historia me une a la Esma como sitio de memoria por mi experiencia docente. Durante muchos años he realizado visitas al museo, sabía que para mis estudiantes era un antes y un después para poder comprender el Terrorismo de Estado, tema que incluía en mis planificaciones como profesora de Sociología. He participado en siete oportunidades del Programa Jóvenes y Memoria, y hemos recibido la visita de Cristina Aldini mientras investigábamos la existencia del centro clandestino que finalmente descubrimos que funcionaba en Thames y Panamericana, la Casa del SIN. Me formé en la UBA que sufrió la triple A y la dictadura y, como vos decís, alguna vez también llegué a sentirme culpable de haber sobrevivido, no porque , afortunadamente, hubiera sido secuestrada, sino por haber atravesado esa pesadilla como estudiante que hizo toda su carrera (de la que no podía hablar si quería conseguir trabajo) en el turno noche, volviendo sola a casa, esperando a las doce de la noche el colectivo en Chacarita que me llevaría a San Martín, a mi hogar, a mi marido y a nuestra pequeña hija, por saber de compañeros y compañeras que de repente no veíamos mas y de quienes nunca mas supimos, en fin, todo lo que sabés e imaginás. Me alegra inmensamente que hayas logrado reparar en parte esa tragedia personal con tu trabajo periodístico, con tus investigaciones y sobre todo por haber logrado justicia para los responsables de los vuelos de la muerte. Sos una persona y una profesional muy valiosa, muy valiente, admirable. Un abrazo.
Muchas gracias por tu testimonio la memoria es la mayor expresión de ese momento tan tremendo de todos los familiares de expresos políticos y desaparecidos
Me gustaría comprar tu libro donde lo puedo encargar pues vivo en el extranjero muchas gracias por ser una gran mujer un orgullo escucharte
Excelente exposición y auténtica Miriam. En lo personal me emociona, porque la recuerdo cuando llegó al sótano y la pusieron donde hasta quizás uno o dos días antes había estado yo en la celda 13. Además a mi me habían traido el libro Los hijos del Sol de Jorge Amado que lo terminé de leer y se lo pasé a ella. Luego ya en la Pecera me enteré que el libro salió de la biblioteca que había allí, como producto de todos los libros saqueados de las casas de los compañeros. Felicitaciones Miriam
Gracias Jaime por acompañarnos en estos encuentros y seguir construyendo Memoria!
Muy sentido tu testimonio Miriam, le pasó a mí madre vivir esa situación.. valoro muchísimo tu compromiso...abrazo inmenso.
Gracias Miriam por tu testimonio. Fue muy emocionante y muy pedagógico. Una larga historia me une a la Esma como sitio de memoria por mi experiencia docente. Durante muchos años he realizado visitas al museo, sabía que para mis estudiantes era un antes y un después para poder comprender el Terrorismo de Estado, tema que incluía en mis planificaciones como profesora de Sociología. He participado en siete oportunidades del Programa Jóvenes y Memoria, y hemos recibido la visita de Cristina Aldini mientras investigábamos la existencia del centro clandestino que finalmente descubrimos que funcionaba en Thames y Panamericana, la Casa del SIN. Me formé en la UBA que sufrió la triple A y la dictadura y, como vos decís, alguna vez también llegué a sentirme culpable de haber sobrevivido, no porque , afortunadamente, hubiera sido secuestrada, sino por haber atravesado esa pesadilla como estudiante que hizo toda su carrera (de la que no podía hablar si quería conseguir trabajo) en el turno noche, volviendo sola a casa, esperando a las doce de la noche el colectivo en Chacarita que me llevaría a San Martín, a mi hogar, a mi marido y a nuestra pequeña hija, por saber de compañeros y compañeras que de repente no veíamos mas y de quienes nunca mas supimos, en fin, todo lo que sabés e imaginás. Me alegra inmensamente que hayas logrado reparar en parte esa tragedia personal con tu trabajo periodístico, con tus investigaciones y sobre todo por haber logrado justicia para los responsables de los vuelos de la muerte. Sos una persona y una profesional muy valiosa, muy valiente, admirable. Un abrazo.