Una vida que sigue la verdad del evangelio es una vida que se enfoca en la autenticidad y la integridad. No se trata de seguir la ley y de creer que somos salvos por obras, sino de vivir de acuerdo a la verdad de Dios. Es una vida que se atreve a ser diferente, a defender la fe y a vivirla de manera auténtica. Es una vida que se enfoca en la relación con Dios y no en la aprobación de los demás.
Una vida que sigue la verdad del evangelio es una vida que se enfoca en la autenticidad y la integridad. No se trata de seguir la ley y de creer que somos salvos por obras, sino de vivir de acuerdo a la verdad de Dios. Es una vida que se atreve a ser diferente, a defender la fe y a vivirla de manera auténtica. Es una vida que se enfoca en la relación con Dios y no en la aprobación de los demás.