Castillos, torres y fortificaciones - Cantabria en 4K
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- Опубликовано: 19 ноя 2024
- La Cordillera Cantábrica fue una importante defensa contra los ataques invasiones que pretendían entrar en la península Ibérica desde el mar. Pero los puertos comerciales de Cantabria también eran de gran importancia militar, siendo atacados con frecuencia, levantándose bastiones para protegerlos.
Hay escasez de castillos propiamente dichos, pues la nobleza cántabra era más proclive a construir fuertes y austeras torres de modestas dimensiones para defenderse de enemigos externos o imponerse a otros señores feudales. Algunas están bien conservadas y pero otras se encuentran en estado ruinoso, pero también se construyeron verdaderos castillos o fortalezas de carácter claramente militar, sobre todo en las villas marineras.
Empezando por la costa oriental, destaca el castillo de Santa Ana, o Alfonso VIII, en Castro Urdiales. Esta fortaleza construida sobre el siglo XII o XIII, está situada sobre un promontorio rocoso donde también se encuentra la iglesia de Santa María de la Asunción, y vigilaba el viejo puerto pesquero, al que se podía acceder a través de un puente medieval que también llegaba hasta la ermita de Santa Ana.
En Santoña, a los pies del monte Buciero, está el fuerte de San Martín, que protegía el acceso al puerto y parte de la ciudad vieja. Construido a comienzos siglo XVII, sufrió sucesivas transformaciones, sobre todo por las tropas napoleónicas, convirtiéndolo en una imponente fortificación.
También el Fuerte de San Carlos es una curiosa construcción defensiva que se mimetiza con el terreno rocoso a los pies del monte Buciero, construido a principios del siglo XVII en el lugar donde se encontraba una atalaya de vigilancia costera.
En Laredo, en la Atalaya, estaba la fortificación defensiva de El Rastrillar, o de los franceses, entre los siglos XVI y XVIII, defendiendo la bahía.
En el pueblo de Castillo Siete Villas, está la Torre de Venero, de los siglos XIII o XIV.
Cerca de Isla existen otras torres bajomedievales, muy similares y sencillas. La Torre de Cabrahigo, llamada torre del Condestable y El Torrín, del siglo XIV o XV.
En Santander existió el Castillo de San Felipe hasta el siglo XIX, que fue derribado. A la Torre de Pronillo del Palacio de Riva-Herrera, de Santander, se le añadió en el siglo XVI una casa señorial, capilla, patio de armas, y una portalada con un reloj de sol, convirtiendo el recinto en un castillo defensivo.
Los torreones medievales de Cartes, de dos alturas, están unidos por arcos y construidos en estilo gótico con piedra de sillería, simbolizando del poder de los Manrique durante el siglo XV.
En la antigua plaza del mercado, actual plaza Mayor de Santillana del Mar, está la Torre de don Borja, del siglo XV, junto con la torre de Merino, donde residieron los gobernantes de las Asturias de Santillana.
Cerca de allí, en Ubiarco, sobre el acantilado donde está empotrada la ermita de Santa Justa, está la torre de San Telmo, bastión y defensa contra las invasiones, donde solo se mantienen en pie parte de dos paredes.
Alfonso I de Asturias fundo San Vicente de la Barquera en la alta Edad Media, alzándose un castillo y a su alrededor la villa. El castillo del Rey, del siglo XIII, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de la región.
En el interior de Cantabria, en Potes, está la torre del infantado del siglo XV, que cumplió funciones estratégicas y militares. Perteneció a Orejón de la Lama y luego al Marqués de Santillana y al duque del Infantado. En la villa hay otras edificaciones en forma de torre como las de Linares, Calseco, Osorio, o la de Orejón de la Lama, del siglo XV, sede del museo de la brujería, la tortura y el ocultismo.
Cerca de Potes está la torre de Mogrovejo de finales del siglo XIII, símbolo del poder de esa familia que dio nombre a este bello pueblo.
Al sur de Cantabria, dentro del municipio de Campoo de Suso, en Argüeso, en lo alto de un cerro está el Castillo de San Vicente, fortaleza de carácter defensivo del siglo XIII que guardaba el camino que unía la costa cantábrica con Castilla a través del valle de Saja, y perteneció a la familia Vega-Mendoza hasta el siglo XIX.
La Torre del Pontón, llamada de Linares, está construida con piedra arenisca de 80 cm de espesor. Hoy es un museo.
En Obeso está la torre de Celis del siglo XV, perteneciente a uno de los linajes más destacados de las Asturias de Santillana.
La Torre de Pero Niño, o torre de la Aguilera, en el barrio Llano de San Felices de Buelna fue construida en el siglo XIV. Alberga un museo en su interior sobre la vida de Pero Niño, un personaje célebre del pueblo.
Hemos visto una buena representación de los Castillos, torres y fortificaciones en Cantabria, en su época fueron muy numerosas, pero éstas pueden ser las más representativas. Las familias hidalgas que construyeron estas torres fortificadas, con funciones de vivienda y defensa, influyeron notoriamente en la arquitectura montañesa, siendo el preludio de la futura casa montañesa.
Hermoso video y explicación
Gracias por compartir
Buen video
Gracias
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