Podría decirse que este ha sido el capítulo más desafortunado de "Tú, Hipócrita Lector", y no por falta de escenografía verbal, sino porque el invitado parecía haber dejado la lectura en el olvido, enredado en las trampas del ego. Incapaz de articular siquiera un título o un autor digno de recomendación, se perdió en divagaciones de 40 minutos que no lograron otra cosa que evocar el aroma del humo y la sensación de estar siendo engrupidos. Triste, además, que Cristián no lograra enderezar el barco hacia aguas literarias. En fin, que los próximos invitados sean hipócritas lector ; por lo menos, de aquellos que leen antes de engañar.
Sería interesenta que invitaran a Alfredo Lewin
Podría decirse que este ha sido el capítulo más desafortunado de "Tú, Hipócrita Lector", y no por falta de escenografía verbal, sino porque el invitado parecía haber dejado la lectura en el olvido, enredado en las trampas del ego. Incapaz de articular siquiera un título o un autor digno de recomendación, se perdió en divagaciones de 40 minutos que no lograron otra cosa que evocar el aroma del humo y la sensación de estar siendo engrupidos. Triste, además, que Cristián no lograra enderezar el barco hacia aguas literarias. En fin, que los próximos invitados sean hipócritas lector ; por lo menos, de aquellos que leen antes de engañar.