Paseo de San Isidro Labrador Metepec Tradición de Cada Año

SUSCRIBANSE AL CANAL PARA MÁS VIDEOS
El paseo por la cabecera municipal, un desfile multicolor hecho en comunidad, celebrado una o dos semanas después, según sea el advenimiento del Espíritu Santo y del Pentecostés: cincuenta días después de la Semana Santa.
Los habitantes de Metepec le llaman "el pentecostés chiquito" o "la pascua chiquita".
La fiesta cae en martes, porque según la tradición debe ser a los tres días de Pascua de Pentecostés. Aquí en donde los mayordomos, los capitanes y los locos de las cuadrillas entran en acción. Primero, a preparar al santo, que debe ir vestido con sus mejores atavíos para lucir en su fiesta; segundo, a preparar las yuntas y los carros para el desfile.
Por fin llega el día. Mayordomos, capitanes, locos, familia y dueños de la cuadrilla se reúnen en la casa dónde está la imagen del santo. El anfitrión ofrece mole, tamales, lo que tenga para complacer a sus invitados.
Cuando ya están todos reunidos, los mayordomos se dirigen a las casas del barrio para recolectar la semilla. Una vez reunidas las semillas, ataviadas las mulas, los burros; la cuadrilla se dirige a la plaza principal para ocupar su lugar en el desfile. Algunos contratan a un grupo de músicos para acompañar a una cuadrilla determinada, o para hacer danzar a los locos, disfrazados de lo que Dios les dio a entender y que, entre el barullo de la gente y sus aplausos, distinguen perfectamente su tonada.
Entre tanto las cuadrillas avanzan. Al frente va el estandarte con la imagen del santo labrador; en seguida el grupo de locos baile que baile; luego los mayordomos, y al final, las yuntas con los bueyes y las mulas muy bien adornados. Adelante de las yuntas, como reza la tradición, van las mujeres que en realidad son hombres vestidos para tal fin, tlacualeras y gañanes que reparten gorditas, tamales y demás presentes.
Son tantos los participantes que a veces no se ve el final del desfile. Algunas cuadrillas tienen que esperar horas antes de avanzar.
A la caravana, se suman labriego de San Jerónimo Chicahualco, San Gaspar, San Lucas, San Sebastián, San Lorenzo, San Miguel Toto, La Asunción, San Antonio; pueblos que sienten la necesidad de participar en la fiesta de los labradores.
Ya por la tarde, cansado el violín de repetir un obsesivo compás, cuando todos están ya fatigados de lanzar porras y vivas y de aplaudir a quien se le ocurra bailar en la calle, y cuando las extensas cuadrillas han terminado su largo caminar por el pueblo luciendo sus mejores dotes, termina el largo desfile. Todos están contentos en el día que anochece. El día del Paseo de San Isidro.

[@HARDOLULAN]

nice

[@israelanlr9474]

2:30 Ya cuando se mezcla la tradición con lo que no tiene nada que ver, sin comentarios, esta en uno preservar la tradición del pueblo y que no se convierta en un carnaval con personas que no tienen nada que ver con la tradición.