Salmos 70-71 | Semilla Veracruz

Salmos 70 es una breve oración de David pidiendo ayuda y liberación rápida de sus enemigos. El salmista clama a Dios para que se apresure a rescatarlo y para que aquellos que buscan su daño sean avergonzados y confundidos. Termina pidiendo la salvación de Dios y proclamando que, aunque está afligido y necesitado, confía en la pronta intervención divina.
Salmos 71 es una súplica más extensa de un anciano que busca protección y fortaleza en Dios. Recuerda la fidelidad de Dios desde su juventud y le pide que no lo abandone en su vejez. El salmista declara su confianza continua en Dios, su alabanza y su testimonio de las grandes obras de Dios. A lo largo del salmo, hay un fuerte énfasis en la esperanza y la alabanza a Dios por su justicia y salvación.
Ambos salmos juntos presentan una imagen conmovedora de la confianza en Dios en tiempos de necesidad y la esperanza en su salvación y justicia a lo largo de la vida.
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[@inderuscanga6139]

Gracias 🙏🏽!!! Dios los bendiga

[@mxtruth]

¡Cuan hermoso es meditar en la palabra de Dios! Sólo él puede traer consuelo cuando nadie más puede hacerlo. Y recordaremos siempre que él nunca nos falla, él cumplirá todo lo que ha dicho. Yo recibí el evangelio desde pequeña y me entregué a él a los 12 años, en enseguida me bauticé a los 13, y algo que he aprendido es nunca te sueltes de la mano de Dios. Nunca lo hagas aún en las adversidades aférrate a él y clama a él, espera en él, nadie sale perdiendo cuando espera a Jehová. No desistas, levántate, si caes vuelve a él y arrepiéntete y no vuelvas a tu pasada manera de vivir, busca apoyo en oración, recibe al espíritu santo, recibe y guarda la palabra de Dios en tu corazón, confía él hará, habla con Dios, medita en su palabra, apártate del mundo no hagas las mismas cosas que ellos, no te apoyes en tu propia sabiduría humana, lleva todo a consulta con tu padre, porque él es el indicado para dar respuesta a todo lo que le digas. Soldados somos de Cristo, si no pudiste leer ayer tu biblia, léelo hoy, no desistas en perderlo, porque nuestra ganancia es mayor a lo que este mundo puede aspirar, nuestras ganancias están en Cristo, y en la gloria venidera en la que vendrá por los suyos, y todos juntamente seremos arrebatados para recibir cuerpos nuevos celestiales y entrar a su reino admirable en el cielo. ¡DIOS LOS BENDIGA GRANDEMENTE Y MOREN EN LA CASA DE JEHOVÁ POR LARGOS DÍAS! Saludos desde Morelos.