PECO EL PATO DESOBEDIENTE
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- Опубликовано: 13 дек 2024
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Este pequeño cuento infantil, busca enseñar a los niños la importancia de la obediencia de escuchar a quienes velan por su seguridad, recordemos que "La desobediencia puede llevarnos a situaciones peligrosas. Siempre es mejor escuchar los consejos de quienes nos cuidan, porque ellos quieren lo mejor para nosotros."
EL PATO DESOBEDIENTE
Había una vez en un hermoso lago, rodeado de flores y árboles altos, una familia de patos que vivía en paz. La mamá pata tenía cuatro patitos a los que cuidaba con mucho amor. Los patitos eran pequeños, con plumones amarillos y picos brillantes, siempre siguiendo a su mamá dondequiera que ella iba.
Sin embargo, uno de los patitos, llamado Peco, era muy travieso y desobediente. Mientras sus hermanos obedecían a su mamá y la seguían sin cuestionar, Peco siempre quería hacer lo contrario. Mamá pata les decía a sus hijos: "No se alejen del lago, es peligroso ir demasiado lejos". Pero Peco siempre encontraba una excusa para explorar más allá de los límites.
Un día, mientras los patitos nadaban tranquilamente en el lago, mamá pata les dijo: "Queridos, quédense cerca. El bosque está lleno de peligros, y nunca sabemos qué hay detrás de esos árboles altos". Los patitos asintieron, pero Peco, aburrido de nadar cerca de la orilla, decidió que era el momento perfecto para una aventura.
Sin que su mamá ni sus hermanos lo notaran, Peco se deslizó por el agua y nadó hacia el otro lado del lago, donde nunca antes había estado. A medida que se alejaba, todo se veía diferente. Los árboles eran más altos, y la vegetación era más densa. El pequeño pato se sentía emocionado, pensando que no había ningún peligro y que su mamá simplemente exageraba.
Pero a medida que avanzaba, el agua se volvió más oscura y espesa. Los juncos crecían tan altos que ya no podía ver el camino de regreso al lago. De repente, escuchó un ruido entre los arbustos. Un par de ojos brillantes lo miraban desde la sombra. Peco, asustado, intentó nadar rápido, pero no sabía en qué dirección ir.
Era el zorro que vivía en el bosque, siempre al acecho de algún animalito que se aventurara demasiado lejos. Peco, ahora temblando de miedo, se arrepentía de no haber escuchado a su mamá. "¡Oh no! ¿Qué he hecho? Debí haberme quedado con mis hermanos". El zorro se acercaba lentamente, listo para atraparlo.
Justo en ese momento, se escuchó un fuerte chapoteo en el agua. Mamá pata había notado la ausencia de Peco y, preocupada, había salido a buscarlo. Al ver a su hijo en peligro, no dudó en lanzarse entre el zorro y Peco, aleteando con fuerza y haciendo tanto ruido que el zorro se asustó y huyó al bosque.
Peco, con lágrimas en los ojos, abrazó a su mamá. "¡Lo siento mucho, mamá! Nunca debí desobedecerte". Mamá pata, aunque estaba aliviada de que su hijo estuviera a salvo, le dijo con firmeza: "Peco, te advertí sobre los peligros de alejarse. El mundo es un lugar hermoso, pero también puede ser peligroso si no somos cuidadosos. Debes aprender a escuchar y obedecer".
Con el corazón lleno de gratitud y arrepentimiento, Peco prometió que nunca más se alejaría sin permiso. Regresaron juntos al lago, donde sus hermanos lo esperaban, y desde ese día, Peco siempre escuchaba a su mamá y seguía sus consejos.