¡Oh, Buen Maestro, despierta! - Marco Alexandro (Cover) / Violín

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  • Опубликовано: 9 сен 2024
  • ¡Oh, Buen Maestro, despierta! - Marco Alexandro (Cover) / Violín 🎶
    Recuerda, cuando el viento y las olas del negro mar estén en tu vida, solo con Dios encontrarás paz.
    Para honra y gloria de nuestro Dios.
    Facebook: www.facebook.c....
    Instagram: / _m.alexandro_
    Mi correo: info.marcoalexandro@gmail.com
    Artista: Marco Alexandro
    Productor asociado: Laura Belén
    Mezcla y Mastering: Marco Alexandro
    Productor A/V: Misael Velasco
    Productores: José Alcaraz y Lirio Velasco

Комментарии • 13

  • @wilmerpattymena2673
    @wilmerpattymena2673 4 месяца назад +2

    Que bonito es escuchar este Himno tan dulce y alegre para alabar El Nombre de Dios, Alejandro.

  • @diegofernandopenagamboa4856
    @diegofernandopenagamboa4856 6 месяцев назад +2

    quedo hermoso 💗

  • @evelynnoemicasual5946
    @evelynnoemicasual5946 4 месяца назад +1

    Hermoso

  • @jamesluismerinorios8489
    @jamesluismerinorios8489 Год назад +2

    Gloria sea a Dios por siempre

  • @andresavilez814
    @andresavilez814 Год назад +2

    Uff suena muy bonito.

  • @esstivenn
    @esstivenn Год назад +2

    Joya de cover

  • @helenmallcumendoza4689
    @helenmallcumendoza4689 Год назад +1

    Bien...😄👍 Sigue tocando himnos

  • @laurabelenhernandezdiaz2879
    @laurabelenhernandezdiaz2879 Год назад +4

    LETRA
    ¡Oh, buen maestro, despierta!
    ¡Oh, buen Maestro, despierta!
    ¡Ve, ruge la tempestad!
    La gran extensión de los cielos
    se llena de oscuridad.
    ¿No ves que aqui perecemos?
    ¿Puedes dormir asi
    cuando el mar agitado nos abre
    profundo sepulcro aqui?
    Coro:
    Los vientos, las olas oirán tu voz:
    "Haya paz"
    Calma las iras del negro mar;
    las luchas del alma las haces cesar,
    y así la barquilla do va El Señor
    hundirse no puede en el mar traidor.
    Doquier se cumple su voluntad:
    ”Haya paz, haya paz”
    Tu voz resuena en la inmensidad:
    "Paz, haya paz".
    Despavorido, oh, Maestro,
    te busco con ansiedad.
    Mi alma angustiada se abate;
    arrecia la tempestad.
    Pasa el pecado a torrentes
    sobre mi frágil ser,
    y perezco, perezco Maestro,
    ¡oh, quiéreme socorrer!
    Vino la calma, Maestro.
    Los vientos no rugen ya.
    Y sobre el cristal de las aguas
    el sol resplandecerá.
    Cristo, prolonga esta calma;
    no me abandones más;
    cruzaré los abismos contigo
    al puerto de eterna paz.