Bendice, alma mía al Señor. Bendice, alma mía, al gran Rey porque será reconstruida, Jerusalén, Jerusalén. JERUSALÉN, JERUSALÉN JERUSALÉN, JERUSALÉN. JERUSALÉN, RECONSTRUIDA, JERUSALÉN PARA SIEMPRE. Jerusalén será reconstruida, con zafiros y esmeraldas. De piedras preciosas sus murallas, sus torres de oro puro; sus plazas son de rubí, sus calles de oro de Ofir, en sus puertas se exultará y en sus casas se cantará. Brillará tu luz hasta los confines de la tierra vendrán a ti pueblos numerosos, vendrán a ti todas las naciones, hasta la casa de su Nombre. Las generaciones te cantarán, todos los pueblos exultarán y en ti el nombre de tu Elegido será para siempre, será para siempre. Malditos sean, los que te dicen palabras crueles malditos sean los que te destruyen, todos los que derriban tus murallas y tiran por tierra tus torres. Mas sean benditos, benditos para siempre, los que te construyen, los que te edifican. Benditos los que te aman, los que lloran por tus castigos, porque en tus puertas se exultará, porque en tus casas se cantará. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Excelentísima voz! Que gran don al servicio del señor! Saludos! Y gracias por compartirlo
Bendice, alma mía al Señor.
Bendice, alma mía, al gran Rey
porque será reconstruida,
Jerusalén, Jerusalén.
JERUSALÉN, JERUSALÉN
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
JERUSALÉN, RECONSTRUIDA,
JERUSALÉN PARA SIEMPRE.
Jerusalén será reconstruida,
con zafiros y esmeraldas.
De piedras preciosas sus murallas,
sus torres de oro puro;
sus plazas son de rubí,
sus calles de oro de Ofir,
en sus puertas se exultará
y en sus casas se cantará.
Brillará tu luz hasta los confines de la tierra
vendrán a ti pueblos numerosos,
vendrán a ti todas las naciones,
hasta la casa de su Nombre.
Las generaciones te cantarán,
todos los pueblos exultarán
y en ti el nombre de tu Elegido
será para siempre, será para siempre.
Malditos sean, los que te dicen palabras crueles
malditos sean los que te destruyen,
todos los que derriban tus murallas
y tiran por tierra tus torres.
Mas sean benditos, benditos para siempre,
los que te construyen, los que te edifican.
Benditos los que te aman,
los que lloran por tus castigos,
porque en tus puertas se exultará,
porque en tus casas se cantará.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.