El sicómoro, el árbol mencionado en la Biblia, conocido como “El gran árbol del horizonte oriental”.

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  • Опубликовано: 12 сен 2024
  • Yoel Benhabid nos habla de el arbol Sicoromo
    Cultivado en Egipto desde el tercer milenio AEC., la higuera sicómoro es originaria de África Central, donde se la encuentra desde Senegal y el Sahel hasta Namibia y el nordeste de África del Sur, con la excepción del bosque tropical húmedo. Aparece espontáneamente al sur de la península arábiga, en Chipre y en ciertas regiones de Madagascar, y también en Líbano, donde la famosa calle Gemmayzeh se llama así por su nombre árabe gemmayz. Ha sido naturalizado en Israel y en Egipto. En la novela de Julio Verne, Kerabán el Testarudo, aparece al sur de mar Negro. En su hábitat original, crece generalmente sobre suelos ricos, a lo largo de las riberas y en los bosques mixtos.
    Por su porte amplio se usa como árbol de sombra en los países cálidos, especialmente en el Cercano Oriente.
    Su madera blanda sirve de combustible y mediante la frotación de dos ramas se puede encender un fuego. También se usa para hacer tallas, especialmente para tambores.
    El fruto es comestible, de sabor aromático, pero suele estar lleno de insectos. De los higos fermentados se puede obtener una bebida alcohólica. Son muy atractivos para los pájaros, que se los comen incluso cuando están caídos en el agua. Los frutos, como las hojas, se pueden usar como alimento para el ganado, especialmente las cabras, y mejoran la producción de leche. En muchas aldeas se le da a las vacas una mezcla de hojas y frutos. Con la corteza se pueden hacer cuerdas muy resistentes. Una decocción de la corteza y el látex se usa para combatir la tos y la escrófula, una inflamación de los ganglios del cuello. Este líquido también se usa contra la dermatofitosis. El látex se usa para tratar inflamaciones de la piel y se fricciona sobre las verrugas para destruirlas. Por su carácter pegajoso, también se usa como trampa para cazar pájaros pequeños.
    Dice Dioscórides: "Se llama asimismo sicómoro su fruto por ser desabrido al gusto. Es un árbol alto, semejante a una higuera, muy provisto de zumo y parecido al moral por sus hojas. produce fruto tres o cuatro veces al año, no de los ramos, como en el caso de la higuera silvestre, sino del tronco: su fruto es semejante al de la higuera silvestre, más dulce que el higo silvestre y no tiene grana dentro... Se da muchísimo en Caria, en Rodas y otros lugares que no son ricos en grano. Se extrae zumo del árbol antes de producir el fruto, en primavera, a base de machacar superficialmente la corteza con una piedra... Se recoge la lágrima con una esponja o un trozo de lana y una vez seco y moldeado en pastillas, se almacena en un recipiente de barro cocido... El zumo tiene virtud molificativa, cicatrizante de heridas sudorífico de cosas de digestión difícil. Se bebe y se aplica como ungüento contra la mordedura de serpientes, el endurecimiento del bazo, los dolores de estómago y los escalofríos; el zumo se carcome rápidamente".
    El sicómoro empieza a mencionarse en épocas predinásticas en el Antiguo Egipto. En algunas ocasiones se menciona a Egipto como el "País de los sicomoros", y al árbol se le llamaba falsa higuera o higuera egipcia. Según Zohay y Hopf, los egipcios eran los únicos que cultivaban este árbol, muy fácil de reproducir mediante esquejes.
    Debido a su madera incorruptible, los egipcios lo relacionaron rápidamente con la muerte y la resurrección; de ahí que se plantaran cerca de las tumbas y que los ataúdes se construyeran cuando era posible con su madera blanda y ligera. También se hacían amuletos con la forma de sus hojas.
    Al principio, la tapa del ataúd se identificaba con la diosa del cielo Nut, aunque, con el tiempo, el árbol acabó identificándose también con Hathor y con Isis, las tres señoras del sicómoro.
    Es normal encontrar representaciones en las que aparecen Hathor o Nut subidas a un sicómoro dando de comer o de beber al ba del difunto. Nut adopta entonces el papel protector y compasivo de Hathor. Como árbol del viajero, era Hathor quien ofrecía sus higos a los viajeros que se encontraban con uno de estos árboles en el camino.
    Hathor aparece a veces con la mención de “Dama del sicómoro del Sur”, refiriéndose al árbol que crece en Menfis, ya que el sicómoro de Norte crecía en Heliópolis.
    El ataúd de Osiris estaba construido con madera de sicomoro y recibía la sombra del mismo árbol. Ser enterrado en un ataúd de esa madera significaba ser acogido por el abrazo de la gran madre en forma de Isis, Hathor o Nut.
    Un jeroglífico muestra dos sicómoros iguales en el horizonte del este como las puertas del cielo por las que emerge cada día el sol, de ahí que también se le conozca como “El gran árbol de horizonte oriental”.

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