Se suele decir que la perfección no existe en el arte. Pues sí que existe. Y en el séptimo arte la perfección absoluta es “El apartamento”. Es la mejor película de Billy Wilder, que es como decir que es la mejor película de la historia del cine. No tiene ni un solo error. Ni una sola mácula. Ni una sola imperfección. Ni una sola fisura. Ni una sola pega. El guión más perfecto y poliédrico jamás escrito. Todo en ella es impecable y es una de esas Obras Maestras absolutas que se dan solo una vez cada 50 años. Pero, por encima de todas estas incuestionables consideraciones, “El apartamento” es la película que a mí personalmente me aporta enormes dosis de integridad, felicidad, dignidad y, sobre todo, hace que me reconcilie con el ser humano y la humanidad. Esto no es cine. Es arte supremo de cualquier arte y debía ser obligatorio para cualquier ser humano ver esta película. Y ya a título muy personal Shirley McClaine es una actriz que me gusta muy poco en todo lo que hace (y me he visto su filmografía entera) pero en "El apartamento" me enamoro de ella tan brutalmente desde su primera escena que caigo de rodillas ante su encanto, chispa, belleza y hechizo absolutamente embelesado por su interpretación (una de las mejores de la historia del cine). De Jack Lemmon mejor ni hablar, cualquier adjetivo en grado superlativo no podría describir la icónica interpretación de Lemmon en este film que ha inspirado a miles (o decenas de miles) de otros actores.
Esa repentina integridad de Lemmom parece chocar frontalmente con la filosofía de vida norteamericana (anglosajona y protestante) en la que valen casi todos los medios para ascender en la escala social y laboral
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Se suele decir que la perfección no existe en el arte. Pues sí que existe. Y en el séptimo arte la perfección absoluta es “El apartamento”. Es la mejor película de Billy Wilder, que es como decir que es la mejor película de la historia del cine.
No tiene ni un solo error. Ni una sola mácula. Ni una sola imperfección. Ni una sola fisura. Ni una sola pega. El guión más perfecto y poliédrico jamás escrito. Todo en ella es impecable y es una de esas Obras Maestras absolutas que se dan solo una vez cada 50 años. Pero, por encima de todas estas incuestionables consideraciones, “El apartamento” es la película que a mí personalmente me aporta enormes dosis de integridad, felicidad, dignidad y, sobre todo, hace que me reconcilie con el ser humano y la humanidad. Esto no es cine. Es arte supremo de cualquier arte y debía ser obligatorio para cualquier ser humano ver esta película.
Y ya a título muy personal Shirley McClaine es una actriz que me gusta muy poco en todo lo que hace (y me he visto su filmografía entera) pero en "El apartamento" me enamoro de ella tan brutalmente desde su primera escena que caigo de rodillas ante su encanto, chispa, belleza y hechizo absolutamente embelesado por su interpretación (una de las mejores de la historia del cine). De Jack Lemmon mejor ni hablar, cualquier adjetivo en grado superlativo no podría describir la icónica interpretación de Lemmon en este film que ha inspirado a miles (o decenas de miles) de otros actores.
Que bonita película de Billy Wilder y que buena interpretación de Shirley Maclaine y Jack Lemmon.
Agradezco y comparto su interés por el cine y por esta película.
Un caballero nada más que decir
Esa repentina integridad de Lemmom parece chocar frontalmente con la filosofía de vida norteamericana (anglosajona y protestante) en la que valen casi todos los medios para ascender en la escala social y laboral