Capas Pardas. Miserere Alistano. Semana Santa Zamora

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  • Опубликовано: 16 дек 2024

Комментарии • 7

  • @pasionporzamora
    @pasionporzamora 3 года назад

    Un imprescindible la Semana Santa de Zamora

  • @Wiventon
    @Wiventon 14 лет назад +1

    mis felicitaciones por que hayan publicado 3 de tus video en la pagina de la pro , y este video me encanta !

  • @alejandrofernandezbravo806
    @alejandrofernandezbravo806 11 лет назад +3

    esto es jodidamente épico!!

    • @Zamoraiesparreguera
      @Zamoraiesparreguera 7 лет назад +1

      Cada año que lo vivo me gusta más. Es un momento muy emotivo

  • @thejarhead1369
    @thejarhead1369 2 года назад +1

    Miserere (glosa rimada del Salmo 50 la pensó el Btº Fray Diego José de Cádiz }
    Ten mi Dios, mi bien, mi amor
    Misericordia de mí,
    ya me ves postrado aquí,
    con penitente dolor:
    ponga fin a tu rigor
    una constante concordia,
    acábase la discordia,
    que causó el yerro común,
    y perdóname según,
    tu grande misericordia.
    II
    Y según la multitud
    de tus dulces y adorables
    misericordias amables,
    sácame de esclavitud.
    Ya me ofrezco a la virtud,
    y protesto a tu bondad,
    que con letras de verdad,
    caracteres de mi fe,
    yo tu amor escribiré,
    borra tú mi iniquidad.
    III
    Lávame más, buen Señor,
    de mi iniquidad, porque
    aun lavado, yo no sé
    que me asalta de temor.
    Fuentes de mi Salvador,
    que habéis al mundo regado,
    a mi corazón manchado,
    lavad en vuestras corrientes,
    y tú, dueño de estas fuentes,
    límpiame de mi pecado.
    IV
    Porque yo en mi desvarío
    conozco mi iniquidad
    conozco que mi maldad
    atropelló a mi albedrio:
    que fue doble el yerro mío.
    Miré, ví, quise, caí,
    fui sangriento, le ofendí.
    No puedo ocultarlo ya.
    Conozco que siempre está
    mi pecado contra mí.
    V
    A Ti sólo te ofendí,
    hice delante de Ti,
    el mal con que te agravié:
    lo confieso para que,
    o bien si me castigares,
    o bien si me perdonares,
    te justifiques, Señor,
    en tus palabras de amor
    y venzas cuando juzgares.
    VI
    Ya ves que en iniquidades
    fui concebido, Señor:
    ¿Qué quieres de un pecador
    que se concibió en maldades?
    Merezca ya tus piedades
    quien en culpa se formó;
    si esta hechura se quebró,
    templa tus ojos airados,
    pues en males y en pecados
    mi madre me concibió
    VII
    Ya ves, ¡oh Dios de mis cultos!,
    pues amaste la verdad,
    con cuanta sinceridad
    te confieso mis insultos.
    Tú los inciertos y ocultos
    arcanos que has reservado;
    allá en el seno sagrado
    de tu alta sabiduría,
    ciertos, claros como el día,
    me los has manifestado.
    VIII
    Me rociarás, ¡oh! Bondad!,
    con hisopos de tu sangre
    hasta que en fin se desangre
    la vena de mi maldad.
    Me limpiaré y tu piedad,
    si sobre mí se conmueve
    y el sacro rocío llueve,
    me lavarás y seré
    puro, limpio quedaré,
    y blanco más que la nieve.
    IX
    A mi oído le darás
    un gran gozo y alegría
    cuando oiga anunciar el día
    en que me perdonarás.
    Mis entrañas llenarás
    de placer, escucharán
    tu voz y te cantarán
    himnos a Ti consagrados,
    y mis huesos humillados
    de contento saltarán.
    X
    Aparta tu rostro ya
    de mis pecados y mira
    que tu dulce vida expira
    por mi, que por mi se da.
    Tu sangre pidiendo está
    el perdón de mis maldades,
    y para que a tus piedades,
    veloz mi espíritu corra,
    destruye, consume y borra
    todas mis iniquidades.
    XI
    Un corazón limpio cría,
    !oh Dios!, en mi pecho impuro.
    Rompe este corazón duro,
    derrite esta nieve fría.
    ¡Ah! engañosa pasión mía,
    ¡cuán blandamente me engañas!
    Tú Señor, que a nadie engañas,
    dame un casto y dulce afecto,
    y un noble espíritu recto,
    renueva Tú en mis entrañas.
    XII
    No me arrojes enojado
    de tu presencia, Señor,
    que esta hechura tu dolor
    y tu sangre te ha costado.
    Perdí a Dios, dejé a mi amado,
    y pues que yo te perdí,
    deja que se anegue aquí
    mi culpa en un mar de llanto,
    más a tu Espíritu Santo,
    no lo retires de mí.
    XIII
    Vuélveme ya la alegría
    de tu salud que he perdido,
    y volverá a tu sentido
    y placer el alma mía.
    Venga ya el dichoso día
    que ponga fin a mi mal,
    y con la gracia final
    confírmame en tu afición
    con un noble corazón
    y espíritu principal.
    XIV
    Yo mismo enseñaré
    a los malos tus caminos,
    de sus torpes desatinos,
    Señor, los apartaré:
    Yo con tu luz guiaré
    los tristes hijos de Adán,
    ya que tan ciegos están
    en los locos desvaríos
    de su error, y los impíos
    a Ti se convertirán
    XV
    Líbrame de sangre ajena,
    ¡oh Dios, Dios de mi salud!,
    Yerros de mi juventud
    me han labrado esta cadena.
    Cautivo el corazón pena,
    gime, llora y llorará,
    y el mundo todo sabrá
    que el mar de mis culpas mengua
    con lágrimas, y mi lengua
    tu justicia cantará.
    XVI
    Señor abrirás mis labios,
    publicaran tus grandezas,
    y te volveré en finezas,
    lo que te quité en agravios.
    Si para tus desagravios
    das aliento a mi esperanza,
    te entregaré sin tardanza,
    este corazón de roca,
    y agradecida mi boca,
    anunciará tu alabanza.
    XVII
    Porque si hubieras querido,
    sacrificio ensangrentado,
    cierto que lo hubiera dado
    para aplicarte ofendido.
    Pero estoy bien advertido
    que al corazón miras más,
    y, pues lágrimas me das,
    lloro mis días infaustos,
    Señor, que en los holocaustos,
    Tú no te deleitarás
    XVIII
    Sacrificio es para Dios,
    un espíritu rendido,
    atribulado afligido,
    partido de pena en dos.
    Confiado llego a Vos,
    resuelto a no pecar más,
    y un corazón que verás,
    ya contrito y humillado,
    arrepentido, enmendado,
    mi Dios, no despreciaras.
    XIX
    Con benigna compasión,
    Señor, con dulce piedad,
    con tu buena voluntad,
    trata a la amada Sion.
    Benigno, tu corazón
    acabe de hacer también,
    que no tarde más, mi bien,
    que se enjuguen ya mis llantos,
    que se edifiquen los santos
    muros de Jerusalén
    XX
    Entonces aceptarás
    de justicia el sacrificio,
    las oblaciones propicio,
    y los holocaustos más.
    Entonces recogerás
    de montes, valles y cerros,
    victimas que por sus yerros
    penitentes gemirán;
    entonces, Señor, pondrán,
    sobre tu altar los becerros.

  • @Ancillainvisibilium
    @Ancillainvisibilium 13 лет назад +2

    me encanta.-

  • @DonArroz-g4u
    @DonArroz-g4u 3 года назад +1

    Da un poquito de mal rollo,la verdad,pero esta muy chulo