LOS TRES CERDITOS, CUENTOS INFANTILES, cuentos infantiles en español

El famoso cuento de los tres cerditos en recreatoon en español.
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El narrador
Había una vez una madre cerdo y sus tres cerditos. El primero fue perezoso (bostezó y sonrió). El segundo era muy goloso (sonido de la boca al morder una piruleta). El tercero fue valiente e inteligente (sonido de él haciendo un esfuerzo).
El narrador
Un día, su madre les dijo :
Mamá:
Ya eres todo un adulto. Cada uno de vosotros va a construir una casa sólida. Pero cuidado con el lobo.
Los cerdos
¡Tenemos que tener cuidado! ¡Gracias, mamá!
El narrador :
En cuanto lo dijeron, los tres cerditos se abalanzaron sobre ellos, guiados por el primero, que, aunque perezoso, quería demostrar a su madre que era el mejor.
Para no trabajar demasiado, hizo una casa de paja.
El primer cerdo se lo dijo a sus hermanos:
Ya viste, fui rápido. ¡Mamá estará muy orgullosa de mí! dijo a sus dos hermanos.
El segundo cerdo :
Hay que tener cuidado, porque una casa de paja sale volando con una ráfaga de viento.
Narrador:
Di el segundo cerdo.
El segundo cerdo :
Sé cómo evitar que el viento se lleve mi casa. ¡Construiré una casa de madera! dice con orgullo.
Narrador:
Tablas, clavos y unos cuantos golpes de martillo después. La segunda casa del cerdo estaba terminada. Estaba muy contento con su casa, pero el tercer cerdo le señaló, mientras empujaba una carretilla llena de ladrillos, que una casa de madera es más fácil de derribar.
El tercer cerdo se dijo que su casa sería sólida. Ni el viento ni el lobo pudieron hacer nada contra él. Trabajó duro todo el día. Y cuando cayó la noche, la casa de ladrillos estaba terminada.
A la mañana siguiente, el lobo que pasaba por allí, vio al cerdito holgazaneando en su casa de paja. El lobo, que llevaba varios días sin comer, pensó que debía estar tierno y que se lo comería.
El lobo
Cerdito, ábreme la puerta.
El cerdito
¡No! ¡Nunca! ¡Me vas a comer!
El lobo
-Entonces soplaré tan fuerte que tu casa saldrá volando.
El narrador :
El lobo hinchó el pecho, sopló con todas sus fuerzas y la casa de paja salió volando. Presa del pánico, el cerdito corrió al refugio de la casa de madera.
El lobo le siguió hasta la casa.
El lobo
Mis cerditos, pueden abrirme la puerta.
Los cerditos
¡Oh, no! ¡No puede ser! ¡Nos vas a comer! respondieron los dos hermanos.
El lobo
Entonces te arrepentirás.
El narrador
El lobo dio una gran patada y la casa se derrumbó.
Los dos cerditos, aún más asustados, corrieron hacia la casa de ladrillo de su hermano.
El cerdo
¡Aquí estás a salvo! dijo.
El narrador :
El lobo los siguió y encontró la casa.
El lobo
Mis buenos cerditos, podéis abrirme la puerta
Los cerdos
¡Oh, no! ¡No queremos que nos coman!
El lobo
Entonces soplaré tan fuerte que tu casa saldrá volando.
El narrador :
El lobo hinchó el pecho, sopló con todas sus fuerzas, y la casa de ladrillo no salió volando. Completamente sin aliento, el lobo se detuvo. Miró a su alrededor y vio una gran escalera y la puso contra la pared para llegar a la chimenea.
El lobo
¡Te voy a comer! dijo, salivando en la anticipación.
Narrador :
El tercer cerdito, con previsión, calentó una olla de agua hirviendo.
Cuando el lobo bajó por la chimenea, empezó a tener mucho calor... Intentó volver a subir, pero demasiado tarde, cayó en el agua hirviendo y se quemó el trasero.
Gritando de dolor, salió corriendo y el lobo no volvió.
Los dos cerditos trabajaron desde entonces con su hermano mayor, para alegría de su madre.
Todos vivieron felices para siempre.
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