La Biblia enseña que cada ser humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26). Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que « no es solamente algo, sino alguien. Es capaz o lo serà, de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas ». Una persona (pl.: gente o personas, dependiendo del contexto) es un ser que tiene o desarrollará ciertas capacidades o atributos como razón, moralidad, conciencia o autoconciencia, y que es parte de una forma culturalmente establecida de relaciones sociales como el parentesco, la propiedad o la responsabilidad legal... etc.
La Biblia enseña que cada ser humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26). Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que « no es solamente algo, sino alguien. Es capaz o lo serà, de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas ».
Una persona (pl.: gente o personas, dependiendo del contexto) es un ser que tiene o desarrollará ciertas capacidades o atributos como razón, moralidad, conciencia o autoconciencia, y que es parte de una forma culturalmente establecida de relaciones sociales como el parentesco, la propiedad o la responsabilidad legal... etc.