Pareciera que las presiones sociales y sus efectos, lejos de desaparecer bajo una supuesta "liberación" para todos, son cada vez más potentes y devastadoras. Lo que se echó por la puerta entra, multiplicado, por la ventana.
Una conferencia magistral, debería ser obligatoria de escuchar para los políticos. Para mí el transgenerismo es la puerta de entrada del transhumanismo que está por llegar, el cuerpo a la carta sin más freno que la tecnología. Por otro lado, también creo que hay muchos interesados en las redes en captar niños y jóvenes para la causa trans, les convencen de hacerse barbaridades en el cuerpo, sin embargo estos adultos tan interesados en ser "madres" de trans se han cuidado muy mucho de no tocarse un pelo del cuerpo ni hormonarse, como mucho se disfrazan de mamarrachxsy les dejan las burradss médicas y quirúrgicas a los jóvenes, la ley del embudo. Y aún encima seré malpensada pero también veo ped*filia en alguno de estos tipos tan siniestros.
Que difícil es encontrar hoy en día este tipo de argumentaciones. Es obvio que en el discurso del cuerpo equivocado hay un problema. Y señalar eso hoy en día es entendido, desde una perspectiva extremadamente moralizante y policial, como una agresión, sino un crimen.
Solo se puede responder desde la reflexión, y el diálogo es el mejor camino.
Pareciera que las presiones sociales y sus efectos, lejos de desaparecer bajo una supuesta "liberación" para todos, son cada vez más potentes y devastadoras. Lo que se echó por la puerta entra, multiplicado, por la ventana.
Buenísimo
Una conferencia magistral, debería ser obligatoria de escuchar para los políticos.
Para mí el transgenerismo es la puerta de entrada del transhumanismo que está por llegar, el cuerpo a la carta sin más freno que la tecnología.
Por otro lado, también creo que hay muchos interesados en las redes en captar niños y jóvenes para la causa trans, les convencen de hacerse barbaridades en el cuerpo, sin embargo estos adultos tan interesados en ser "madres" de trans se han cuidado muy mucho de no tocarse un pelo del cuerpo ni hormonarse, como mucho se disfrazan de mamarrachxsy les dejan las burradss médicas y quirúrgicas a los jóvenes, la ley del embudo. Y aún encima seré malpensada pero también veo ped*filia en alguno de estos tipos tan siniestros.
Que difícil es encontrar hoy en día este tipo de argumentaciones. Es obvio que en el discurso del cuerpo equivocado hay un problema. Y señalar eso hoy en día es entendido, desde una perspectiva extremadamente moralizante y policial, como una agresión, sino un crimen.