No lo sabíamos, pero cuando la luz de Cristo ilumina nuestro corazón, se rompe el velo que nos ha enceguecido y podemos ver la verdad. El precio de Cristo toma valor en nosotros y nos rendimos ante él y sólo él nos puede suplir lo que nos hace falta.
No lo sabíamos, pero cuando la luz de Cristo ilumina nuestro corazón, se rompe el velo que nos ha enceguecido y podemos ver la verdad. El precio de Cristo toma valor en nosotros y nos rendimos ante él y sólo él nos puede suplir lo que nos hace falta.
Si YESHUA ES LA LUZ DEL MUNDO LA LUZ QUÉ ALUMBRA NUESTRO CAMINO