Con el respeto que me merece nuestro hermano escritor Saer; eso no es poesía, sino, narrativa. Reniego de ser poeta de pura cepa, es decir, de puro dolor, ética y conciencia y de lo que ello libra: NINFA DEL AYER Un beso quedo suspendido en el recuerdo de tu risa. Suena tú música y gravito erecto entre el dolor y la esperanza de volverte a ver. Ahí están ellas, como infinitas olas de pasión liberada que no se cansan de jugar entre sabanas y suspiros del pasado. Nadie mira el grito de tus ojos. Nadie escucha la sonrisa de tu alma. Todos van dormidos por el fuego de la ilusión. Hernán María Pinto Quintana
Gracias, qué hermoso relato.
Excelente el texto y excelentemente leído
Desgarra el alma .
Hermoso viaje por las mentiras y verdades de lo que vemos, de lo que desconocemos.
Tan inmenso, Saer
Sabia es la naturaleza, nos hace semejantes pero no identicos...
Brillante
Excelente lectura
son las que distingue el pez chico del pez grande...
Genial
Con el respeto que me merece nuestro hermano escritor Saer; eso no es poesía, sino, narrativa.
Reniego de ser poeta de pura cepa, es decir, de puro dolor, ética y conciencia y de lo que ello libra:
NINFA DEL AYER
Un beso quedo suspendido
en el recuerdo de tu risa.
Suena tú música
y gravito erecto entre el dolor
y la esperanza de volverte a ver.
Ahí están ellas, como infinitas
olas de pasión liberada
que no se cansan de jugar
entre sabanas y suspiros del pasado.
Nadie mira el grito de tus ojos.
Nadie escucha la sonrisa de tu alma.
Todos van dormidos
por el fuego de la ilusión.
Hernán María Pinto Quintana