Dr. Armando Alducin - El Reino eterno futuro de Dios - Enlace TV

EL REINO ETERNO FUTURO DE DIOS
El plan de Dios para el reino parece estar confuso muchas veces, pues por una parte hay profecía: de seguridad, prosperidad, paz y un regreso a las condiciones del Huerto del Edén. Leemos de espadas convertidas en rejas de arado y lanzas en hoces (Is.2:4).
Por el otro lado, sequías y plagas castigarán a las naciones que rehúsen obedecer al Mesías (Zac.14:16-19).
Y tal vez, más confuso se vuelve cuando el reino del Mesías terminará con una revuelta masiva encabezada por Satanás (Ap.20:7.9).
¿Cómo podemos entender todo esto?
El primer paso es leer las profecías del reino futuro literalmente, como mensajes directos de Dios a su pueblo en el tiempo que vivieron. Esta lectura literal, histórica y gramatical del Antiguo y Nuevo Testamento nos revela claramente que vendrá un reino que el Señor Jesucristo establecerá y sobre el cual reinará (2 Sam.7:12-16; Is.11:1-5; 2 Tim.2:12).
Aun los críticos de la lectura literal de la Biblia (amileanistas) están de acuerdo que esta lectura apunta hacia el reino futuro del Señor Jesucristo. El famoso amileanista, Loraine Boettner, escribió: “Generalmente estamos de acuerdo que si las profecías son tomadas literalmente profetizan la restauración de Israel donde los judíos ocuparán un lugar prominente en ese reino y gobernarán sobre las naciones”.
El futuro reino revelado en la Biblia no es solo una realidad futura, sino también una necesidad futura. Las promesas de Dios a través de las profecías deben ser cumplidas y el mismo Jesús dijo que vino a cumplir todo lo que los profetas habían dicho (Mat.5:17-18). La Biblia nos revela que Jesús debe reinar sobre sus enemigos antes que entregue el reino a su Padre (1 Cor.7:24-28).
Entonces, tiene que haber un punto en la historia donde Jesús tiene que sujetar toda oposición, un tiempo en el que entregará el reino a su Padre. Tanto Jesús como sus apóstoles confirmaron que ese reino tendría que venir, pero, ¿cuándo?
Después de la Tribulación
Jesús profetizó un gran y anticipado reino que vendría después de siete años de una tribulación jamás vista antes (Mat.24:21).
Mientras que a la iglesia se le promete muchas tribulaciones, esta tribulación sería mundial (Hech.14:22; Ap.3:10).
En la Biblia es revelada bajo diversos nombres:
• El Día del Señor o de Jehová (Is.13:6,9).
• El tiempo de angustia de Jacob (Jer.30:8).
• La Semana Setenta de Daniel (Dan.9:27).
Podríamos mencionar tres propósitos para este tiempo de la Tribulación:
1. Castigar la maldad humana.
2. Traer un avivamiento mundial.
3. Traer al arrepentimiento a la nación judía.
¿De qué manera quebrantará Dios la resistencia de Israel y la maldad que satura el mundo y establecer su reino?
Antes del estado eterno
El libro del Apocalipsis describe de qué manera el reino vendrá y de qué manera las profecías serán cumplidas. Puesto que hay muchas profecías acerca del reino no es sorpresa que mucho de lo que se encuentra en el Apocalipsis pueda ser encontrado en la Biblia hebrea. A través de los 400 versículos del libro del Apocalipsis, hay 509 alusiones al Antiguo Testamento, lo que significa que hay por lo menos una referencia del Antiguo Testamento en cada versículo en este libro.
En Apocalipsis 20 el tan largo esperado reino ha llegado; Satanás es atado temporalmente (v.1-3); los jueces son escogidos (v.4) y los fieles resucitan para vivir y reinar con Cristo (v.4b). De manera sorpresiva, los mil años del reino del Mesías terminan cuando Satanás es soltado de su prisión para dirigir la última rebelión contra Dios (v.7-10). Apocalipsis 21:1-22:5, describe la transición al estado eterno que seguirá después del reino mesiánico.
Así pues, el libro del Apocalipsis hace claro que el futuro reino mesiánico será cronológicamente entre la Tribulación y el esto eterno. Pero ¿cómo será este reino intermedio? Los Salmos y profetas nos dan la repuesta. El Salmo 72 se extiende más allá del reino de Salomón, pues describe claramente el futuro reino mesiánico:
- El futuro reino mesiánico será de justicia y de paz (v.1-3,7).
- Todos los reyes se inclinarán ante Jesús (v.11).
- Será lleno de misericordia, no habrá afligidos ni pobres (v.13).
- No habrá engaños ni violencia (v.14).
- Habrá abundancia material (v.16).
- Toda la tierra será llena de su gloria (v.19).
Todo este lenguaje exaltado trasciende la grandeza del reino de Salomón y también va más allá de cualquier otra cosa experimentada en nuestra época presente.
Sin embargo, el futuro reino mesiánico descrito en este Salmo se queda corto de la perfección del estado eterno (Ap.21:1-22:5).