Antes que buscar lo que nos hace sentir bien a nosotros mismos, debemos preguntar al Señor cuál es su voluntad, y esforzarnos por cumplirla por mas complicado que parezca.
Para que nuestra iglesia no se vea envuelta en conflictos y divisiones debemos respetar a nuestros hermanos, no sentirnos más que los demás, valorar el trabajo que hacen, jamás murmurar ni criticar, amarnos con respeto y sinceridad.
Antes que buscar lo que nos hace sentir bien a nosotros mismos, debemos preguntar al Señor cuál es su voluntad, y esforzarnos por cumplirla por mas complicado que parezca.
Para que nuestra iglesia no se vea envuelta en conflictos y divisiones debemos respetar a nuestros hermanos, no sentirnos más que los demás, valorar el trabajo que hacen, jamás murmurar ni criticar, amarnos con respeto y sinceridad.