MONTE HIJEDO- JUNIO 2021

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  • Опубликовано: 8 фев 2025
  • En el Alfoz de Santa Gadea, el Monte Hijedo es una de las masas forestales caducifolias mejor conservada del norte de España. Formado principalmente por robles puede considerarse un bosque mixto en el que también crecen hayas, abedules y acebos. Mención aparte merecen los numerosos y, en muchos casos, casi milenarios tejos que se esconden en sus más inaccesibles rincones. Paraíso para la fauna, en los últimos años se ha constatado la cada vez más habitual presencia de varios ejemplares de oso pardo.
    Desde la localidad de Santa Gadea y por la carretera que se dirige hacia Bustidoño es sencillo alcanzar la Cabaña de Hijedo: una especie de palacio de comienzos del siglo XIX. Junto a la construcción parte un camino que, paralelo a una cerca de piedra, se interna en pleno corazón del bosque. En este punto percibiremos por primera vez la grandeza y el interés medioambiental de la zona. El paisaje forestal domina totalmente el territorio siendo varias las especies arbóreas que integran el bosque. Los robustos ejemplares de roble común y albar, las especies dominantes, se mezclan en esta zona del Monte Hijedo con unas esbeltas y elegantes hayas. El sotobosque aparece formado por una espesa y llamativa formación de acebos, brezos y helechos. En un ligero sube y baja el camino cada vez se introduce más profundamente en la masa forestal. Sin exageración se puede afirmar que el Monte Hijedo es uno de los más extensos y mejor conservados bosques caducifolios autóctonos de la toda la región castellanoleonesa.
    Entre los animales que viven en este paradigmático modelo de bosque atlántico hay que mencionar varias especies de aves y de mamíferos. La avifauna está representada por el arrendajo, carbonero palustre, trepador azul, azor, gavilán, águila real y sobre todo por una especie escasa y en vías de extinción: el pito negro. Entre los segundos destacan lobo, corzo, jabalí, gato montés, marta, armiño y el raro desmán ibérico
    El camino, siempre sombreado por los grandes robles y hayas, desciende hasta alcanzar una nueva bifurcación desde la que se contempla una buena perspectiva de los profundos y estrechos valles cubiertos por la vegetación. Siguiendo por el marcado camino, una agradable sorpresa nos aguarda: un magnífico y singular conjunto de tejos milenarios. El follaje verde oscuro de estos llamativos árboles destaca con fuerza entre los árboles caducifolios. Formando misteriosos y umbríos rincones los grandes tejos tienen la peculiar querencia de crecer sobre las rocas. Sus retorcidas raíces abrazan y envuelven las formaciones pétreas dando lugar a un espectáculo verdaderamente mágico y inolvidable.
    Después de admirar la tejeda y tras caminar dos horas y media por el interior del bosque el camino sale a una zona deforestada desde donde regresaremos sin problemas al inicio de la ruta: la Cabaña de Hijedo.

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