29_Mateo

Mateo 5:29-30 “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.”
Aquí Jesús nos está poniendo una advertencia muy seria, y es que seamos radicales, y esto lo hace porque este pecado nos podría echar al infierno. Y esta es una exhortación a tener temor de Dios. “El temor de Dios es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”. (Prov.9:10) “El temor de Jehová es aborrecer el mal”. (Prov. 8:13) Si no tenemos temor a que Dios nos castigue, entonces no lograremos vencer el pecado. Ni siquiera el amor de Dios nos puede motivar a vencer el pecado, de manera tan contundente como el temor a Dios. El amor es la forma más madura de la obediencia. Es algo similar a lo que pasa en el matrimonio, que evitas hacer cosas para que no se enoje tu pareja; pero un nivel más alto es querer hacer bien las cosas porque le amas. Así que en el caso específico del adulterio, evita caer en él por temor del infierno. Y pudiera ser que de repente veas algo indebido y te sorprenda, sin embargo ese no sería problema si al instante volteas la mirada. El problema viene en la segunda mirada, que es donde corres el riesgo de caer en el adulterio y es lo que trae mayor condenación a tu vida.
JASV
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