Rupatrupa - A Dos Palmos del Suelo (letra)

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Canción incluida en el álbum 'La Utopía en que Vivimos'
Letra y música: Roberto Ruido (Rupatrupa) ©
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Letra y música de todos los temas por Roberto Ruido
Producido por Roberto Ruido
Ayudante de producción: Nadir Alessandro Sigolo
Grabación, edición y mezcla: Agustín Mesa (Tini), Estudio 9, Tenerife
Masterización: Mario G. Alberni, Kadifornia Mastering
Diseño gráfico: Costa González
Fotografía portada: José Palazón
Voz: Roberto Ruido
Acordeón: Nadir Alessandro Sigolo
Batería y pequeña percusión: Tiago Martíns Braúna
Guitarra: Germán Cuesto Gil
Saxo alto: Paulo Delgado González
Bajo: Pedro Umpiérrez Ageno
A Dos Palmos del Suelo (Letra)
Libre albedrío, ganas de nada.
Toca tejer alas de piedra, seda y papel
para subir, pero no demasiado,
siempre es mejor saltar del balcón con el suelo al lado.
En los días de frío no hay quien me aguante,
siento una nube negra errante muy cercana.
Pruebo a saltar por la ventana,
me cruzo con gente y me vuelvo a encerrar, prefiero la cama.
No eches la llave,
puede que salga a olvidar.
No hay quien me calle
cuando me pongo a gritar,
reventando por dentro,
remendando las heridas que va dejando el tiempo.
Tu cuerpo se queja
intoxicado de los pies a la cabeza,
la pereza te pesa
y tu alma empieza a flotar.
Lo demás no interesa,
lo de fuera no.
Volar solo, volar.
Tu mente se enciende,
arde en llamas, no atiende,
se quema y empieza a inventar.
Tu cuerpo no entiende
la manía tan fea que tienes de echar a
volar solo, volar.
Y ahora prefiero respirar aire contaminado,
cargado de humo denso que me lleve al otro lado
de la realidad, donde la humanidad
no ha fracasado en la labor de comprender lo que es ser libre.
Y me pierdo entre licores
que no podrán curar los desamores que sufrí,
pero si he de vivir en este mundo roto,
permítanme volar para no volverme loco.
Estoy en ruinas,
pero borracho disimulo la ansiedad que contamina
mi felicidad, y enturbia mi rutina.
Ya no me entiendo ni yo.
Estoy jugando con fuego,
me quemaré, me quemaré.
Por las noches tengo miedo,
me quemaré, sé que me quemaré.
Pierdo los nervios por no estar a solas.
Pierdo palabras que no escribo en el papel.
Pierdo tiempo, pierdo vida, pierdo horas
haciendo lo que no quiero hacer.
Dejadme de hablar, no me hace reír,
la gente normal se podría morir.
Veo la luna al final del túnel,
no deis la luz, no quiero luz.
Sé que el alcohol me une a las resacas
cuando celebro la vida de bar en bar.
La sombra de ayer me vino a buscar,
me pongo a correr y ella siempre detrás:
no vas a escapar, no vas a escapar,
no me hagas correr que no vas a escapar.
No vas a escapar, no vas a escapar.
Y ahora prefiero respirar aire contaminado,
cargado de humo denso que me lleve al otro lado
de la realidad, donde la humanidad
no ha fracasado en la labor de comprender lo que es ser libre.
Y me pierdo entre licores
que no podrán curar los desamores que sufrí,
pero si he de vivir en este mundo roto,
permítanme volar para no volverme loco.
Estoy en ruinas,
pero borracho disimulo la ansiedad que contamina
mi felicidad, y enturbia mi rutina.
Ya no me entiendo ni yo.