¡¡ IMPRESIONANTE !!SATANAS SE PRESENTA DELANTE DE DIOS POR UN HOMBRE DE DIOS

Uno de los momentos más impresionantes de la Biblia es cuando Satanás apareció ante Dios, incluso después de haber sido expulsado del cielo tras su rebelión y orgullo. Satanás, cuando todavía era un querubín de alta posición y belleza en el reino celestial, deseó en su corazón ascender por encima de las estrellas, establecer su trono y ser semejante al Altísimo. Después de este gran error, fue expulsado del cielo y se convirtió en Satanás: el adversario.
Tenemos un video donde exploramos en detalle la historia completa de Satanás, que puedes ver más tarde. Pero hoy, vamos a hablar sobre el momento en que Satanás aparece ante Dios con una intención muy astuta de acusación. En la tierra de Uz, vivía un hombre llamado Job, cuya vida era un ejemplo impresionante de integridad y rectitud, al punto de que el propio Dios hizo elogios a Job y se vanaglorió de él ante Satanás. Job era un siervo fiel de Dios, conocido por su devoción y temor al Señor. La Biblia describe a Job como un hombre que evitaba el mal, dedicando su vida a seguir los caminos de Dios. Su reputación era tan sólida que se le consideraba el hombre más grande entre todos los pueblos de Oriente.
Job no solo era espiritualmente rico; su prosperidad material también era evidente. Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientos bueyes y quinientos asnos. Además, Job tenía una familia grande y amorosa, compuesta por siete hijos y tres hijas, y un gran número de siervos que ayudaban a administrar sus propiedades. Los hijos de Job eran unidos y frecuentemente realizaban banquetes en sus casas, invitando a sus tres hermanas para celebrar con ellos. La vida de Job era una verdadera bendición, reflejando la mano de Dios sobre él.
Sin embargo, su historia nos ofrece lecciones valiosas sobre la naturaleza de la fe y la lealtad. A pesar de todas sus riquezas y la felicidad familiar, Job no se dejaba llevar por la seguridad material. Después de cada período de banquetes, él se aseguraba de purificar a sus hijos ofreciendo holocaustos en nombre de cada uno de ellos. Job pensaba: “Tal vez mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones.” Este ritual de purificación demuestra la profundidad de su fe y preocupación por la espiritualidad de su familia.
Pero la historia de Job también nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de los desafíos y tribulaciones. Dios, en su soberanía, destaca a Job ante Satanás como un ejemplo de fidelidad inquebrantable. Satanás, desafiando la autenticidad de la fe de Job, alega que él solo es leal a Dios debido a las bendiciones materiales que recibe. Este desafío lanza la historia de Job en una serie de eventos que pondrán a prueba su fe y carácter de maneras inimaginables.
Un día, los ángeles vinieron a presentarse ante el Señor y entre ellos estaba Satanás. Esta reunión celestial revela un diálogo profundo sobre la naturaleza de la fe y la lealtad humanas. El Señor, conociendo bien el corazón de sus siervos, cuestiona a Satanás: “¿De dónde vienes?” Satanás responde afirmando que estaba perambulando por la tierra observando a la humanidad, entonces el Señor destaca a Job, su siervo fiel: “¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él; es íntegro y recto, un hombre que teme a Dios y evita el mal.” Esta declaración no es solo un elogio, sino una reafirmación de la confianza de Dios en la fidelidad de Job.
Satanás, sin embargo, cuestiona la sinceridad de la devoción de Job: “¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su familia y de todo lo que posee? Has bendecido el trabajo de sus manos, de modo que sus rebaños y manadas están esparcidos por toda la tierra; pero extiende tu mano y hiere todo lo que tiene, y con certeza te maldecirá en tu cara.” El Señor, conociendo la profundidad de la fe de Job, acepta el desafío de Satanás, permitiéndole que pruebe a Job. “Muy bien, todo lo que tiene está en tu poder, pero no pongas tu mano sobre él.” Con eso, Satanás sale de la presencia del Señor, listo para iniciar una serie de pruebas que sacudirían a cualquier hombre.

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