Cuando vieron a la pequeña copia del marido en la puerta, se quedaron helados. Nadie había esperado

Desde temprana edad, Alberto había soñado con obtener una educación superior. Su padrastro trabajaba como obrero de construcción, mientras que su madre solo había terminado la escuela secundaria y trabajaba como limpiadora según las oportunidades que surgieran. Desde muy joven, Alberto decidió alcanzar grandes alturas, obtener un título de especialista calificado y hacer carrera. Avanzaba sistemáticamente hacia su objetivo. Celina fue criada solo por su madre, por lo que tampoco vio lujos ni excesos en su infancia. El salario de una enfermera apenas alcanzaba lo necesario. Pero a diferencia de su esposo, ella tenía una excelente relación con su madre, quien siempre la entendía y apoyaba en todo. Durante los estudios de su hija en la universidad, la mujer trabajaba en empleos adicionales para asegurarse de que su hijo no se distraiga de su educación. No había manera de que Celina fuera a trabajar entonces. "En el futuro ella trabajará constantemente, ¡pero por ahora que mi hija disfrute plenamente de la vida estudiantil!", pensó su madre.