Robert Adams | Fotógrafo

Robert Adams es un fotógrafo que se ha dedicado desde la década de 1960 a documentar y denunciar la forma en la que el paisaje estadounidense ha sido lacerado, en su obra se entrelaza lo social y lo ecológico. Captura la transformación el paisaje de la parte occidental de los Estados Unidos por la expansión de las industrias, comercios y residencias.
Robert Adams es un doctor de literatura inglesa, ex profesor universitario, un día decidio cambiar las aulas universitarias por una cámara. Robert Adams nació el 8 de mayo de 1937[4] en Orange, New Jersey (Estados Unidos), siendo un joven de 15 años su familia se mudó al medio oeste, en Wheat Ridge (Colorado) el chico tuvo su primer contacto con la naturaleza del medio oeste.
Robert asistió a la Universidad de Redlands y luego obtendría su doctorado en inglés por la Universidad del Sur de California. En 1962 entró como profesor de inglés en el Colorado College. Al volver, Robert se asombró con el crecimiento urbano, por una parte, pero por otra con la destrucción que sufrían las zonas naturales.
Se equipó con una cámara de 35 mm y aprendió los rudimentos básicos de la fotografía, quería documentar aquella devastación que afectaba su ánimo, aprendió de Myron Wood y leyendo la revista Aperture. Robert en un principio combinaba la actividad fotográfica con su trabajo académico, iniciando con dedicar su tiempo libre a la fotografía, de ese tiempo invertido produjo trabajos como: White Churches of the Plains y The Architecture and Art of Early Hispanic Colorado. En 1967 redujo la carga académica para poder fotografiar los suburbios de Denver y Colorado Springs, las fotografías hechas durante ese periodo se convirtieron en su serie: The New West.
Sus influencias: Timothoy O’Sullivan, William Henry Jackson o Carleton Watkins, Lewis Hine, Walker Evans, Dorothea Lange y Ansel Adams.
Robert Adams fotografiaba la marca humana en el paisaje natural, con una mirada ecológica y activista, siendo esto un paralelismo con el otro Adams (Ansel), quien fotografiaba y capturaba las hermosas vistas del parque Yosemite con una mirada naturalista y ecológica, pero mientras Ansel Adams capturaba lo hermoso, Robert Adams capturaba la devastación en la naturaleza causada por el ser humano.
Robert Adams conocía muy bien su tema desde el inicio, su interés se centraba en la manera en la que el ser humano altera el paisaje. Es un trabajo que reflexiona tanto en el impacto de la actividad humana como de los últimos vestigios del espacio abierto y salvaje en el oeste de los Estados Unidos. Las fotografías de Adams son una expresión de su amor por el paisaje y la manera en el que el crecimiento humano e industrial han alterado el estado natural. Sin embargo, para Robert no se trata de un asunto esencialmente pesimista, nos invita a pensar que todavía hay esperanza si entendemos nuestro papel y se logra frenar el desmedido afán del dinero que afecta los estadounidenses.
La fotografía de Robert Adams llega a ser desoladora, el espacio vacío y el manejo de la luz conforman una atmósfera reflexiva sobre su tema fundamental, tema del cual ya hemos hablado en las líneas anteriores. Los encuadres y planos son muy bien cuidados y denotan un trabajo realizado con meticulosidad. El trabajo de Robert es de un activismo sin pancartas, comprometido sin fanatismos, pero que nos hace reflexionar en lo que se ha destruido a cambio de una ilusión de felicidad con base en el consumo y el mercado.
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