El problema de Luri son sus simpatías, que no puede esconder, hacia los nacionalismos periféricos, como el catalán, que cuestionan la idea de nación española. Jamás ha criticado, por ejemplo, la inmersión lingüística ni se le ha visto defender a los padres que sí lo hacen. Aquí mismo, cuando le hacen algunas preguntas, tiene ideas bastante confusas sobre la nación española, sobre cuándo surge o sobre si Felipe II o Garcilaso de la Vega eran españoles, según él, parece que no.
La Democracia viene bien con buenas gentes de verdad.
El problema de Luri son sus simpatías, que no puede esconder, hacia los nacionalismos periféricos, como el catalán, que cuestionan la idea de nación española. Jamás ha criticado, por ejemplo, la inmersión lingüística ni se le ha visto defender a los padres que sí lo hacen. Aquí mismo, cuando le hacen algunas preguntas, tiene ideas bastante confusas sobre la nación española, sobre cuándo surge o sobre si Felipe II o Garcilaso de la Vega eran españoles, según él, parece que no.