Tomates - El mejor Sustrato para nuestros Tomates

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  • Опубликовано: 3 дек 2024

Комментарии • 6

  • @randolfoperlazamaturana5535
    @randolfoperlazamaturana5535 9 месяцев назад +1

    Q bien

  • @karenaraya4624
    @karenaraya4624 4 месяца назад

    Gracias Pedro, muy util tú video

  • @hochely7544
    @hochely7544 8 месяцев назад

    Que es la podredumbre apical ?

    • @laecohuertadepedro
      @laecohuertadepedro  8 месяцев назад

      La podredumbre apical es un trastorno fisiológico que afecta principalmente a plantas de tomate, pimiento y berenjena, aunque también puede afectar a otras plantas de la familia Solanaceae y a algunas cucurbitáceas como el calabacín y la sandía. Este problema se manifiesta como una descomposición de la parte inferior de los frutos, justo en el extremo opuesto al pedúnculo, dando lugar a manchas marrones o negras, a menudo de aspecto hundido y con una textura blanda y viscosa.
      La podredumbre apical se debe generalmente a una deficiencia de calcio en la planta, que puede ocurrir por diversas razones:
      Deficiencia de calcio en el suelo: Aunque el calcio puede estar presente en el suelo, factores como el pH del suelo, el exceso de sales o la competencia con otros nutrientes pueden impedir que las plantas lo absorban adecuadamente.
      Fluctuaciones en el riego: Los cambios en el riego pueden afectar la capacidad de la planta para absorber calcio del suelo. El riego irregular o el estrés hídrico pueden interferir con el transporte de calcio a los tejidos de la planta.
      Condiciones climáticas extremas: El exceso de calor o frío, así como la humedad excesiva o insuficiente, pueden interferir con la absorción de calcio por parte de la planta.
      Daño en las raíces: Lesiones en las raíces causadas por disturbios mecánicos, enfermedades o insectos pueden reducir la capacidad de la planta para absorber calcio.
      Para prevenir la podredumbre apical, es importante mantener condiciones de crecimiento óptimas para las plantas:
      Mantener un suministro de agua constante y adecuado, evitando sequías y encharcamientos.
      Asegurarse de que el suelo tenga un pH adecuado y esté bien equilibrado en nutrientes.
      Evitar la sobre-fertilización con fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que puede interferir con la absorción de calcio.
      Aplicar enmiendas calcáreas al suelo si es necesario.
      Controlar las enfermedades y plagas que puedan dañar las raíces de las plantas.
      Si la podredumbre apical ya está presente en los frutos, no hay mucho que se pueda hacer para curarlos. Sin embargo, corregir las condiciones que causaron el problema ayudará a prevenir su recurrencia en futuras cosechas.