EL BAR DE BERCIAL CIERRA

Golpe a golpe, contra la España vaciada, también de bares
Nuestro local público por antonomasia, el Bar del Salón Polivalente de Bercial, donde nos encontramos todos/as para comunicarnos y socializar una parte de nuestro ocio y alimentar nuestra relación de amistad, con nuestros amigos/as y vecinos/as, hace unos días, nos comunicaba, Juan Carlos Alba, su gerente, el cierre definitivo. Consecuencia colateral, entre otras, de esta maldita pandemia que nos tiene atenazados. Consecuencia colateral, entre otras, de esta maldita pandemia que nos tiene atenazados.
Gracias a esa pareja de jóvenes, Juan Carlos Alba y Cristina Arenas, que se asentaron en Bercial y apostaron por esta iniciativa emprendedora, por haber estado manteniendo abierto al público, estos últimos años, este local social, este último año, con todo en su contra, debido a la pandemia facilitándonos a los presentes y a los ausentes, un lugar donde poder estar y disfrutar de ese espacio tan especial de nuestro pueblo. Son muy jóvenes, y les deseo lo mejor en los futuros proyectos que emprendan en lo personal y en lo laboral. Gracias, chicos.
Posiblemente, hay cosas mucho más importantes en un pueblo que un bar: la escuela, el centro médico, tiendas, las buenas infraestructuras… Pero también es verdad que el bar ejerce una función que va mucho más allá de dar de beber y de comer a locales y visitantes.
Cuando vemos cómo cierra el último bar del pueblo suele ser síntoma inequívoco de que esa localidad sufre el daño colateral de la despoblación, y que se ha ingresado o está a punto de hacerlo, en la conocida como “España vaciada”. Un golpe para cualquier pequeña población, en este caso para Bercial, ya que tiene en estos negocios su lugar de encuentro y ocio más importante. Un pueblo sin bar es, al fin y al cabo, un pueblo que ha perdido el lugar donde reunirse, pasar el rato, enterarse de cómo está tal o cual vecino.
Los vecinos que soñaban con tener, antes la banda ancha, que nunca llegó; y ahora, con la fibra óptica, “que está de camino”, se conforman con ver al médico y al panadero dos veces a la semana. Los paseos por el término municipal, nuestras fiestas de San Blas y las de verano, las charlas en el parque de los cantones, y las partidas de cartas, dan vida al pueblo. Sin embargo, desde este fatídico mes de enero de 2021, nos hemos quedado sin el corazón de su vida social: nuestro bar.
Éste es un nuevo “varapalo” a la España vaciada, también de bares. No sólo le ha sucedido a Bercial, se han cerrado bares en varios pueblos del en torno. A nuestro pueblo se le abre, una vez más, la incertidumbre de iniciar a través del Ayuntamiento, el proceso para que nuestro Centro Social se abra de nuevo, claro, en cuanto las posibilidades sanitarias así lo aconsejen y lo permitan.
No, no nos vamos a rendir, y cuando esto escampe nos tenemos que poner a trabajar, de nuevo, para que el bar vuelva a abrir, para que con él regrese parte de nuestra actividad social y colectiva.
Bercial de Zapardiel, 31 de enero de 2021
Bruno Coca Arenas