Zaragoza Fascinante. Orígenes. El Ebro. Roma/ AVF 1
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- Опубликовано: 28 дек 2024
- Más de dos milenios contemplan esta ciudad erigida a orillas de su río, silencioso testigo del devenir del hombre.
El agua lo es todo. No hay cultura sin agua, no hay dioses sin agua.
La vida vive en ella y ella hace posible la vida.
Pueblos prerromanos, como los íberos, habitaron hace milenios las tierras del Ebro.
En el año 14 a.c el emperador romano César Augusto funda la ciudad: Caesar Augusta. Gran legado de la Hispania romana que todavía puede contemplarse en la Zaragoza contemporánea y en sus museos: arquitectura, escultura, cerámica, orfebrería.
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Transcripción:
El agua lo es todo. No hay cultura sin agua, no hay dioses sin agua.
La vida vive en ella y ella hace posible la vida.
Pueblos prerromanos habitaron hace milenios las tierras del Ebro.
Elaios para los griegos. Iberus para los romanos, el Ebro ha fluido por este territorio, modelado su paisaje y forjado su historia.
Roma deificó el Ebro y dijo de él que era sobrenatural.
Más de dos milenios contemplan esta ciudad erigida a orillas de su río, silencioso testigo del devenir del hombre.
El emperador romano Augusto, fundó junto al asentamiento ibérico de Salduie, la ciudad de Caesaraugusta, la única de todo el imperio a la que dio su nombre.
Enclave estratégico en la conquista de Hispania.
Hace dos mil años el río Ebro era una importantísima vía de comunicación.
Catón ya dijo de él que era "caudaloso, bello y abundante en peces".
Plinio el Viejo escribió que era navegable desde Logroño hasta su desembocadura.
Comercio y puertos fluviales. Mercaderes, barcos y numerosas mercancías confluían en Caesaraugusta, principal centro de distribución de todo el valle del Ebro.
El Foro de Caesaragusta unido al Ebro por su puerto fluvial, fue uno de los más importantes de la Hispania romana.
De la época romana permanecen en Zaragoza huellas que atestiguan su grandioso pasado.
Bellísimas muestras de su arte.
Más de 50 torres jalonaban su impresionante muralla de piedra.
Su teatro, sin duda espectacular, podía albergar hasta 6000 espectadores que pudieron disfrutar de las representaciones teatrales más famosas del Imperio.
La cripta de la iglesia de Santa Engracia, acoge dos magníficos sarcófagos de mármol labrado, testigo de los mártires cristianos de César Augusta.