Gracias maestros Ancizar Castrillón Santa y Fernando Salazar Wagner, por permitirnos disfrutar de esta bella y alegre obra musical en coautoría, en ritmo de bambuco-caña, interpretada con excepcional calidad por La Gran Rondalla Colombiana. El maestro Ancizar Castrillón, celebra por este tiempo 50 años de vida artística, durante los cuales ha recibido muchos premios como ganador de un buen número de festivales de música colombiana andina, acompañados de una decena de importantes producciones musicales. El maestro Fernando Salazar, ha sido ganador de algo así como 30 festivales de música andina colombiana, creador y director de destacados grupos musicales con los cuales ha participado en festivales, haciéndose acreedor a muchos premios y reconocimientos. Apreciados maestros, su bambuco-caña “SOY”, abraza la música de todas las regiones de nuestro país, recoge y exalta sus riquezas naturales, desde la Guajira hasta el Amazonas, desde el Pacífico hasta los Llanos Orientales, para decir en su último verso con grande alegría e inmenso sentimiento: “¡Soy orgullosamente colombiano!”.
Uy no! Qué hermosura…..!❤
Emocionada y agradecida , ante tan hermoso regalo 🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌷🌷🌻🌻.
Gracias maestros Ancizar Castrillón Santa y Fernando Salazar Wagner, por permitirnos disfrutar de esta bella y alegre obra musical en coautoría, en ritmo de bambuco-caña, interpretada con excepcional calidad por La Gran Rondalla Colombiana. El maestro Ancizar Castrillón, celebra por este tiempo 50 años de vida artística, durante los cuales ha recibido muchos premios como ganador de un buen número de festivales de música colombiana andina, acompañados de una decena de importantes producciones musicales. El maestro Fernando Salazar, ha sido ganador de algo así como 30 festivales de música andina colombiana, creador y director de destacados grupos musicales con los cuales ha participado en festivales, haciéndose acreedor a muchos premios y reconocimientos. Apreciados maestros, su bambuco-caña “SOY”, abraza la música de todas las regiones de nuestro país, recoge y exalta sus riquezas naturales, desde la Guajira hasta el Amazonas, desde el Pacífico hasta los Llanos Orientales, para decir en su último verso con grande alegría e inmenso sentimiento: “¡Soy orgullosamente colombiano!”.
Buen tema.