LA NAVA - HUELVA

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  • Опубликовано: 21 окт 2024
  • Cuando tenemos varios caminos para elegir no es difícil equivocarnos. En otros casos un viejo cruce de caminos es sólo parte de su historia.
    Este es el caso de La Nava. Pero ahí seguro que no nos equivocaremos; nuestro actualizado GPS de la belleza nos conducirá a su seno, sin encrucijadas, cual paraíso etéreo y melancólico.
    Llevados por la belleza y el bucolismo decidimos visitar ese pequeño enclave de 296 navinos, situado en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, a 112 kilómetros de la capital de la provincia, Huelva.
    La particularidad que tiene La Nava es que, para alegría de todos los sentidos, existe una simbiosis, un intercambio de sensaciones, entre el núcleo de población y el río Múrtigas. Esto hace, además, que el paisaje sea maravilloso; así nos encontramos bosques, dehesas de encinas y alcornoques en las montañas que rodean La Nava, y justo a sus pies, bordeando, abrazando dicho núcleo de población, el río Múrtigas, fiel testigo de la historia, con sus bosques de ribera, que en algunas zonas la espesura da lugar a bosque de galería.
    El Múrtigas constituye un excelente ejemplo de lo que el curso de un caudal de agua ha supuesto a lo largo de la historia. Es una verdadera autopista acuática que aporta frescura, riqueza y diversidad biológica. Es el principal protagonista de la riqueza hortofrutícola de la zona, procurándoles frescor y vida a través de lievas y acequias.
    En las imágenes del vuelo se puede apreciar el cauce del río y la multitud de huertas que lindan con él, habiendo contribuido históricamente a la economía de la localidad. Famosa en La Nava es la producción de frutales, especialmente la del melocotón, que da origen a las fiestas del mismo nombre (último fin de semana de agosto) y que atrae cada año a visitantes de toda la sierra.
    Los musulmanes eran unos verdaderos artistas en el mundo del agua. Cuando llegaron a la Península Ibérica, a partir del siglo VIII, aprovecharon los recursos que la zona le ofrecía y establecieron la ubicación del actual pueblo. El río Múrtigas fue aprovechado al máximo, se construyeron represas y acequias, que se mantienen en la actualidad. Construyeron viviendas y molinos, que aprovechaban las aguas del río.
    Antes de la llegada de los musulmanes, otros pueblos pudieron disfrutar de este precioso entorno, aportando sus distintas culturas.
    Recientes investigaciones estiman que la zona ha estado habitada durante más de 3.000 años.
    En la cota más alta del término se encuentra la formidable fortaleza en la que se han encontrado desde hachas del siglo III a.C. hasta monedas y cerámica romana del siglo II a.C.
    Se conoce esta zona especialmente porque en ella habitaron los turdetanos 500 años a.C., dedicados a las actividades agropecuarias y la minería.
    Con la llegada de los romanos, se procedió a la extracción de minerales en las diversas minas de la zona, Eureka (plata), Las Cañadas (manganeso), El Horcajo (hierro) y María Luisa (cobre). Se construyó incluso una villa para los trabajadores de la minería, en las cercanías donde hoy se encuentra la Ermita de las Virtudes (Patrona de la localidad).
    Tras la reconquista cristiana, la iglesia de La Nava queda encuadrada en la vicaría de Almonaster, siendo el primer documento escrito donde consta La Nava como villa del reino de Sevilla.
    Finales del siglo XIX supone un periodo de prosperidad con el comienzo del trabajo en las minas. La mejora de los transportes supuso un respiro para la economía de La Nava (principalmente para la exportación de sus productos hortofrutícolas).
    Etimológicamente, “Nava” es una estructura geomorfológica, generalmente de ambientes de disolución de rocas carbonatadas (kársticas). También La Nava significa en vasco “llano entre montañas”.
    Para ser La Nava un pueblo pequeño, su patrimonio es amplio y riquísimo:
    La Ermita de las Virtudes, del siglo XIV, de estilo mudéjar, realizada con sillares graníticos, tegulae y laterculi romanos. También se aprovechó el ara funeraria, con grabados.
    El Humilladero del Cristo de los Caminantes es una pequeña capilla construida en 1405. Guarda una imagen de Cristo en madera.
    La Iglesia Parroquial es un edificio de una nave con bóveda de cañón de poca altura y que pudo tratarse de una sinagoga.
    Los puentes que salvan el río Múrtigas, el Puente Medieval, el del Infierno, el del Batán y el de las Botellas.
    Ahora viene un tiempo para degustar las setas y grabar un paisaje donde una defectuosa fotosíntesis nos deparará una invasión de tonalidades ocres.
    Degustar su gastronomía es un placer obligado y de ello sabe mucho nuestra buena amiga Inés, propietaria del restaurante "La Parada", excelente persona y seguidora del canal.
    Estuvimos acompañado de otro vecino de la zona, D. Manuel Melero, que nos instruyó en historias y lugares.
    Nota: Imágenes, vídeos o textos pueden haber sido cedidos por amigos y colaboradores del canal pero siempre sin ánimo de lucro.

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