LA LEY DE LAS PRIMERAS COSAS - Pastor Daniel Chávez Barahona (parte I)

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  • Опубликовано: 7 фев 2025
  • Texto bíblico: Éxodo 13:1,2;12-16; 34:19,20,26a,27; Mateo 6:33.
    A. INTRODUCCIÓN.
    1. Los cristianos no se explican por qué si son fieles en sus diezmos y ofrendas, asisten fielmente al culto, no practican vicios ni tienen pecados escondidos, se esfuerzan por ser buenos hijos de Dios; sin embargo, no ven la bendición de Dios sobre su economía.
    2. Aunque están tratando de ser buenos cristianos; no obstante, debemos recordar que Dios no se mueve por lo que nosotros hagamos o dejemos de hacer, sino por la obediencia a sus leyes.
    Dios no nos lleva al Cielo sólo por portarnos bien, sino solamente si aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
    3. Si llegáramos a conocer cuál es la Ley de Dios que cumpliéndola nos trajera abundancia de bendiciones, entonces sencillamente lo único que debemos hacer es obedecerla y “automáticamente” las bendiciones llegarán.
    4. Pues bien, hay una ley de Dios que hace que sus bendiciones vengan sobre nuestras vidas de una manera segura. Se conoce como la Ley de Las Primeras Cosas = Primicias.
    5. Existe un principio importantísimo en esta ley que debemos tener siempre presente:
    Si obedecemos la Ley de las Primeras Cosas, recibimos bendición; si desobedecemos, sufrimos las consecuencias de la maldición”.
    B. EL PROPÓSITO DE LA LEY DE LAS PRIMERAS COSAS.
    1. Dios estableció esta ley para que los hombres reconozcan que hay Alguien superior a ellos a Quien deben darle adoración y obediencia.
    2. Desde el principio de la creación de la humanidad, ya Dios había establecido su Señorío sobre Adán y Eva en el huerto de Edén.
    Adán y Eva fueron creados para gobernar sobre toda la tierra. No fueron creados para ser esclavos de Dios, sino que fueron puestos para gobernar en Nombre de Dios, como reyes con autoridad.
    3. Dios entregó casi todo a Adán y Eva, pero se reservó un árbol -de la ciencia del bien y del mal- para recordarles que aunque ellos habían recibido poder y autoridad; sin embargo, debían reconocer que hay Alguien que está de primero sobre sus vidas.
    “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo Soy el primero, y Yo Soy el postrero, y fuera de Mí no hay Dios.” - Isaías 44:6
    4. De hecho, el primer paso en la caída del hombre fue olvidar este gran principio: Que Dios está primero, por encima de todos.
    a. Muchos creyentes caen en pecado cuando oyen alguna voz que los hace apartarse de lo que Dios les ha hablado en Su Palabra, dejando de hacer lo que saben que Dios les ha mandado hacer.
    b. Es común prestar su oído para oír frases como éstas:
    “Para qué vas a asistir a esa Iglesia, si allí todos son hipócritas.”
    “Qué haces en ese ministerio, tú no debes estar sirviendo allí”
    “Para que pierdes el tiempo orando, si aquí no va a pasar nada”
    “Eso no es de Dios”
    “No hagas caso, haz lo que tú quieres hacer”
    “Si te sientes bien y tienes paz, puedes hacerlo; lo demás, no importa”.
    5. La maldición vino sobre la humanidad a causa de que Adán y Eva dejaron de poner a Dios y las leyes de Dios en primer lugar, decidiendo hacer lo que otra persona -el diablo, a través de la serpiente- les dijo que hicieran.
    a. Hoy día, el diablo sigue hablando a los hijos de Dios por medio de otras personas para que desobedezcan las leyes de Dios y no reciban bendición sino destrucción por la maldición de la desobediencia.
    b. Cuando el hombre y la mujer ponen sus pensamientos, deseos y planes por encima de las leyes y los planes de Dios, entonces están reflejando la misma actitud de Lucifer, quien desafió la autoridad de Dios y quiso ocupar el lugar de Dios.
    c. Lucas 9:51-56. El Señor Jesús reprendió a Jacobo y Juan por mostrar esta misma actitud. Ellos querían pedir fuego del cielo para que destruya a la gente que no quiso recibirles, pero el Señor les respondió:
    “El Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.” - v.56
    6. El creyente no necesita estar poseído por un demonio para manifestar el espíritu de Lucifer. Cada vez que alguien expresa una actitud, pensamiento o palabra que pretende tener la razón por encima de la Palabra de Dios, está manifestando el mismo espíritu de rebeldía que tenía Lucifer.
    Por esto cayó Lucifer, por querer ponerse por encima de Dios, en el lugar que sólo es de Dios y sólo le corresponde a Dios.
    7. Necesitamos aprender y entender que Dios no va a cambiar sus planes sólo porque nosotros queremos que las cosas sean como queremos; somos nosotros los que debemos cambiar nuestro pensamientos de acuerdo con la voluntad, los planes y la Palabra de Dios.
    a. Ningún creyente tiene “derechos” espirituales que pasen por encima de la voluntad de Dios.
    b. En el Reino de Dios no existen procesos de elecciones democráticas; si fuera así, Dios no sería Dios, pues Él tendría que hacer sólo lo que diga la mayoría.
    NOTA: Si desea el contenido completo, envíe un mensaje por WhatsApp (+51) 931873977

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