LOS SHACSHAS DE HUARAZ

Luego de casi 8 meses volvemos a las tablas para mostrar al mundo un poco de arte...‼️🎼🎻🎭 Nuestro elenco de danzas "Baila Perú" 🇵🇪 fue afectado por la emergencia sanitaria a tal grado de cancelar proyectos, eventos, giras y presentaciones 👀, pero ahora resurge como un Ave Fénix, 🏆 desde las cenizas a seguir engalanando a propios y extraños con esta cultura milenaria.💪
Hoy regresamos para mostrar un poco de nuestro repertorio regional danzario.
DANZA DE LOS SHACSHAS(PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN).
Resolución directoral N° 1685/INC-2008 | 19 de noviembre del 2008
PROVINCIA DE HUARAZ
Mayo comienza con la fiesta del Señor de la Soledad, patrono de Huaraz. Desde el primero, la imagen recorre las calles, acompañada por fieles y peregrinos. Pero es en la octava cuando las calles de la ciudad retumban con los sonidos de los tinyas (pequeños tambores), de las chiskas( flautas andinas) y, sobre todo, con el ritmo de las shacapas( cascabeles de semillas atados a las pantorrillas). Los habitantes de la ciudad convivirán con estos sonidos durante los cinco días siguientes sin parar.
Se trata de los Shacshas(" shac, shac, shac es el sonido rítmico de las shacapas, de ahí el nombre de la danza), bailarines de todas las edades, hombres y mujeres, quienes, organizados en cerca de 60 grupos, se dedicarán, como lo hacen tradicionalmente a acompañar al Señor por toda la ciudad y a intermediar con su danza entre Él y sus fieles.
Ya lo hacían antes de la llegada de los españoles con el dios Guari, deidad preínca de la región y del santuario de Pumacayán, vecino y en su momento rival del Cristo traído de España por los evangelizadores. Los Shacshas le bailaban al dios Guari para que fuera generoso con las cosechas. En las transacciones entre culturas, las Shacshas, durante la expansión de las tradiciones católicas, terminaron asimilados al nuevo culto del Señor de la Soledad.
Desde entonces, no paran de crecer. Cada año, nuevos grupos de jóvenes, con elementos innovadores que son demasiado ajenos a la tradición para algunos, pero que, para otros, constituyen un enriquecimiento cultural, se integran con intensidad a los ritmos de la danza. En los ensayos meses antes de las fiestas se toman las calles y las plazas de los barrios, contagiando del espíritu festivo de los pobladores.
Esta compleja danza está compuesta hasta por 16 mudanzas que van desde las alegorías míticas referidas a los orígenes de la danza, hasta el tinkuy un momento cuando los danzantes comparten su arte con los presentes, generalmente en el atrio de la iglesia.
Pero el momento más intenso es cuando las agrupaciones presentan su adoración al Señor, al interior del templo. La fuerza, el entusiasmo juvenil y el vigor demostrados por las danzantes son un testimonio fiel de la vitalidad de esta manifestación de fervor humano. La iglesia está colmado de fieles. El recinto amplifica los sonidos delos instrumentos. El ritmo de las shacapas se dejan sentir con una fuerza enorme. Se olvidan diferencias de vestimenta, las interpretaciones de los grupos y las innumerables horas de ensayos( la familia de Don Víctor Jerónimo Salazar Huané, por ejemplo, mantiene la tradición desde 1945 con su grupo Flor de Huaraz).