Muy interesante. Me gustaría recordar también La ganadería de Lamamié de Clairac, quien por no lidiar en MadriD pasa desapercibida, En la Zaragoza de los sesenta me hinché de ver novilladas de los Gamero Cívico de doña Aurora. Desearía resaltar que algunos críticos por sus fobias, hablo de Navalón, y otros por sus carencias, impusieron el toro destartalado. Vidal inventó lo de “perritoros” y “sardinas”. Navalón hablaba despectivamente de los toros pequeños; le gustaban grandes, salvo que fueran de Atanasio, a quien detestaba. Lo de Atanasio para él era un producto de lo que llamaba “torifactoría”. Ambos críticos decían defender la variación de encestes, pero con sus críticas iban apuntillando lo de Encinas, Vega Villar, Coquilla e, incluso Santacoloma. Los aficionados capaces de distinguir un toro grande de uno más pequeño, pero poco más, se conformaban con el mismo toro, a la vez que se jaleaba lo grándón y fuera De tipo, tal que los Luciano Cobaleda, con más cara que caja, mientras daban la espalda a lo bravo O variado. Se pretendió sacar de tipo al mismo Pablo Romero o Conde Dela Corte. Ahora es el tiempo hegemónico de aquel ganadero, Andrés Paladé, que no hizo otra cosa que comprar lo de Ibarra, mantenerlo pocoS años y dejar su inmerecido nombre a un encarte que riega todas las dehesas de bravo que pretender llegar a Madrid, Pamplona y Bilbao. La familia Domecq, también buenos ganaderos, han subido al podio su previsible enceste. Previsible, hasta donde el admirado toro de lidia pueda serlo.
Excelente programa 👍👍👍
Muy interesante. Me gustaría recordar también La ganadería de Lamamié de Clairac, quien por no lidiar en MadriD pasa desapercibida, En la Zaragoza de los sesenta me hinché de ver novilladas de los Gamero Cívico de doña Aurora.
Desearía resaltar que algunos críticos por sus fobias, hablo de Navalón, y otros por sus carencias, impusieron el toro destartalado. Vidal inventó lo de “perritoros” y “sardinas”. Navalón hablaba despectivamente de los toros pequeños; le gustaban grandes, salvo que fueran de Atanasio, a quien detestaba. Lo de Atanasio para él era un producto de lo que llamaba “torifactoría”. Ambos críticos decían defender la variación de encestes, pero con sus críticas iban apuntillando lo de Encinas, Vega Villar, Coquilla e, incluso Santacoloma.
Los aficionados capaces de distinguir un toro grande de uno más pequeño, pero poco más, se conformaban con el mismo toro, a la vez que se jaleaba lo grándón y fuera De tipo, tal que los Luciano Cobaleda, con más cara que caja, mientras daban la espalda a lo bravo O variado. Se pretendió sacar de tipo al mismo Pablo Romero o Conde Dela Corte.
Ahora es el tiempo hegemónico de aquel ganadero, Andrés Paladé, que no hizo otra cosa que comprar lo de Ibarra, mantenerlo pocoS años y dejar su inmerecido nombre a un encarte que riega todas las dehesas de bravo que pretender llegar a Madrid, Pamplona y Bilbao. La familia Domecq, también buenos ganaderos, han subido al podio su previsible enceste. Previsible, hasta donde el admirado toro de lidia pueda serlo.
EXCELENTE ENTREVISTA Y MUI BONITO EL REPASO A LA GANADERIA CHARRA 😉
Gracias Oscar
Me acabo de tragar una corrida en la malagueta puerta grande Jesús romero
Alipin es historia viva del campo Charro salmantino
Muy bueno. Que bien que ya salió de la cárcel, no era justo.
Estuvo en la cárcel?