¿Y no podría ser o haber ya una brújula innata, en vez de componerla a nuestro agrado según preferencias? Decían los antiguos gnósticos sobre los tres tipos de seres humanos: 1) Quienes directamente se lanzaban porque su predisposición lo permitía, 2) quienes oscilaban entre la duda y la certeza, y 3) quienes no se interesaban por el espíritu. Los primeros podrían ser quienes son portadores conscientes de esa brújula, la cual está siempre activa. Y los segundos quienes tratan de descubrir y cerciorarse hasta unirse a la Brújula Interior Irreemplazable.
Totalmente, Maite. Las 9 brújulas compartidas en el libro no son sino huellas de un camino recorrido, para que cada uno encuentre el suyo. Si todos perteneciéramos al tipo 1, no haría falta este libro. Al tipo 3 no le interesará. Quizás algunos de quienes se encuentran en el tipo 2 puedan recibir un impulso para descubrir su Brújula Interior. Gracias por tu hermoso comentario.
@@vicentemerlo3725 En la búsqueda o en la elección de una guía, destaca la genuina brújula entre las imitaciones (la cual señalas con B mayúscula). El camino recorrido se prolonga, no termina, hasta que se reinstaura en nuestro interior la directriz que eleva definitivamente del mundo de lo pasajero. Las lecturas, prácticas, indagaciones de conciencia, actitudes planteadas, etc. resultan insolventes si no hay un reconocimiento interior de la única Guía: un saber interior, radioactivo, que desde la noche de los tiempos está como congelado en cada ser humano, y que espera ser identificado. twitter.com/ElMardeCristal
@@MaiteCari Gracias de nuevo por tus acertadas observaciones. Te agradezco el enlace, pero no tengo twitter. Con Facebook e Instagram tengo ya demasiado. Un cordial saludo.
@@vicentemerlo3725 me pareció oportuno intercambiar pensamientos contigo sobre "la brújula" en la búsqueda. Por otra parte, comentar que tu preferencia por usar el adjetivo gnóstico -según te escuché en una entrevista de Edgardo, publicada en RUclips- me parece muy acertada pues encaja bien y tiene una raíz clara ya desde la época de Alejandría. Lo de los tres tipos (pneumáticos, psíquicos e hylicos) es una alusión a las tres naturalezas que describía Valentín, según los escritos gnósticos hallados en Egipto hace unas décadas.
¿Y no podría ser o haber ya una brújula innata, en vez de componerla a nuestro agrado según preferencias?
Decían los antiguos gnósticos sobre los tres tipos de seres humanos: 1) Quienes directamente se lanzaban porque su predisposición lo permitía, 2) quienes oscilaban entre la duda y la certeza, y 3) quienes no se interesaban por el espíritu.
Los primeros podrían ser quienes son portadores conscientes de esa brújula, la cual está siempre activa.
Y los segundos quienes tratan de descubrir y cerciorarse hasta unirse a la Brújula Interior Irreemplazable.
Totalmente, Maite. Las 9 brújulas compartidas en el libro no son sino huellas de un camino recorrido, para que cada uno encuentre el suyo. Si todos perteneciéramos al tipo 1, no haría falta este libro. Al tipo 3 no le interesará. Quizás algunos de quienes se encuentran en el tipo 2 puedan recibir un impulso para descubrir su Brújula Interior. Gracias por tu hermoso comentario.
@@vicentemerlo3725 En la búsqueda o en la elección de una guía, destaca la genuina brújula entre las imitaciones (la cual señalas con B mayúscula). El camino recorrido se prolonga, no termina, hasta que se reinstaura en nuestro interior la directriz que eleva definitivamente del mundo de lo pasajero. Las lecturas, prácticas, indagaciones de conciencia, actitudes planteadas, etc. resultan insolventes si no hay un reconocimiento interior de la única Guía: un saber interior, radioactivo, que desde la noche de los tiempos está como congelado en cada ser humano, y que espera ser identificado. twitter.com/ElMardeCristal
@@MaiteCari Gracias de nuevo por tus acertadas observaciones. Te agradezco el enlace, pero no tengo twitter. Con Facebook e Instagram tengo ya demasiado. Un cordial saludo.
@@vicentemerlo3725 me pareció oportuno intercambiar pensamientos contigo sobre "la brújula" en la búsqueda.
Por otra parte, comentar que tu preferencia por usar el adjetivo gnóstico -según te escuché en una entrevista de Edgardo, publicada en RUclips- me parece muy acertada pues encaja bien y tiene una raíz clara ya desde la época de Alejandría.
Lo de los tres tipos (pneumáticos, psíquicos e hylicos) es una alusión a las tres naturalezas que describía Valentín, según los escritos gnósticos hallados en Egipto hace unas décadas.