EL BOLICHO | ORLANDO VERA CRUZ

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  • Опубликовано: 13 янв 2025

Комментарии • 6

  • @olgapinatti900
    @olgapinatti900 Месяц назад

    Un grande!!!

  • @marianocortez1442
    @marianocortez1442 Год назад +1

    Mis viejos hasta hace muy poco tuvieron un bolicho camino a Colonia Duran en cercanías de Romang, que cosa mas linda y cuantas verdades. Gracias por esto

  • @edgardofernandez1819
    @edgardofernandez1819 Год назад

    Grande Don Orlando

  • @cristina86424
    @cristina86424 4 года назад

    Genio ,,hoy ... felicitaciones

  • @shunko1970
    @shunko1970 6 лет назад +1

    Cerré tanquera a mis campos
    sin quererlos recorrer,
    apagué mi estrellería
    y al bolicho me largué.
    ¡Qué más le queda al paisano
    sino el calor de esa aguada!.
    Teatro, circo, risa, almohada
    de vinos y de ginebra,
    donde la vida está en quiebra
    y el alma está envenenada.
    En la raya del camino
    es una espera su puerta,
    es silenciosa su oferta
    y el dueño ´e la estantería
    se enanca a la policía
    con trago y cuentas abiertas.
    Por algo se va al bolicho:
    por carta, copa o amigo;
    pa´ buscar un enemigo,
    pa´ fantasear de cantor,
    p´ hacer un temple ´e primor,
    pa´ juir de un pensar testigo.
    Se va pa´ mentir de gusto,
    pa´ fundamentar tristeza,
    pa´ olvidarse ´e la pobreza,
    pa´ abrazarse a la ilusión,
    pa´ pagarle a la reunión
    o achicarse en una mesa.
    Farol p´ alumbrar los vicios,
    mostrador de mosca y tierra;
    copas que le hacen la guerra
    a lo que llaman higiene,
    indio pechando al que viene
    y criollo puteando ande erra.
    Hueso, carta, copa y humo,
    sombrero que se requinta,
    melena echando su tinta
    sobre el charco de una mesa,
    una discusión que empieza
    y una orejada que pinta.
    Por áhi revienta una apuesta
    se cuentan cosas de estancias,
    furias, marcas y distancias,
    rodeos y marcaciones,
    las gracias de unos patrones
    la luz mala ´e la ignorancia.
    Parece patito ´e lluvia
    la escupida contra el suelo;
    entra enlutado un pañuelo,
    sale otro agachándose,
    se encuentran mirándose
    y hasta en el aire está el duelo.
    Perros al lao de los dueños,
    rebenques colgaos a sillas,
    gente que llega ´e las trillas,
    rastra que vueltea atascada
    con la plata ´e las nutriadas
    que asegura la presilla.
    Al bolichero ´e pasada
    la bola ´el ojo le brilla.
    Sardina, galleta, vino,
    queso, dulce de batata,
    un probarse de alpargatas
    y una provista achicada
    porque ha ido mal la jugada
    y eso lo ignora su ñata.
    Templa su queja guitarra,
    firuletea un acordeón,
    hay que cerca el montón
    pararle rodeo a los reales.
    Está plagao de mensuales
    y está contento el patrón.
    -¡Una chamarrita, don!
    -¡Métale polca, Rosales!
    El loro del almanaque
    mira como riéndose:
    “Estamos a fin de mes,
    chupen tranquilos los mozos
    porque… está creciendo el pozo
    y hay damajuanas de a diez”.
    El loro parece un juez
    lleno de vidrios vistosos.
    -¡Otra vuelta…!
    -¡Seis potrillos!
    -¡No bautice… si no es cura!
    -Yo vendo bebida pura,
    se lo puedo garantir.
    Y el loro se hacha a reir:
    ¡Caradura… caradura!
    Un pasao que se hace rastra
    desoye a los compañeros;
    bufa afuera un parejero,
    llega en volanta una carga,
    y hasta la guitarra alarga
    pa´ ver pierna, el clavijero.
    Balancita trampeadora,
    estaño aquerenciador,
    desteñido mostrador,
    lechera, astucia, madeja,
    artimaña ´e comadreja
    y el ojo de carancheador.
    Vos empeñas un cuchillo
    como bolsiqueás mamaos;
    tu estómago está curao,
    es un buche de avestruz,
    y naco que busca luz
    allí queda encajonao.
    Botones, chafalonias,
    cuerdas, bombachas, sombreros,
    pilas, focos, liñas, cueros
    con anilina teñidos,
    un “marca sol” garantido
    y a lengua seca, un talero.
    De cuando en cuando, un vestido,
    y arriba, un picanillero.
    Andarivel pa´ carreras
    de los créditos del pago,
    pasteles fondeaos a tragos,
    humito de asao constante,
    tirás siempre pa´ adelante
    como morisqueta ´e mago.
    Cuando todo está en silencio
    desconfiao el bolichero
    manotea el candelero
    y tiembla al lao del cajón,
    sudando a cada montón
    en un descanso de hachero.
    Por una hendija, el lucero
    le tira su patacón.
    Palenque, manea, coyunda,
    reñidero del valor,
    taba que calza el honor
    en la mentira de un vino,
    la excusa del asesino,
    la querencia del traidor.
    Bolicho, un llanto argentino
    cae sobre tu mostrador.

  • @anibalmendoza1698
    @anibalmendoza1698 7 лет назад

    maestro