Salvos por la obediencia de Cristo | Escuela Dominical | Domingo 27 Junio | 6.00PM

Поделиться
HTML-код
  • Опубликовано: 7 июл 2024

Комментарии • 60

  • @user-ed9lw4ne2s
    @user-ed9lw4ne2s 3 года назад +1

    Es una tremenda bendición recibir este mensaje. Muy cierto: es la obra de obediendia, de principio a fin de nuestro Señor Jesús, la que nos salva. Bendiciones!!!

  • @leonorildorene
    @leonorildorene 3 года назад +3

    Amén amén 🙏
    gracias pastor Salvador Dixon excelente enseñanza en Cristo Jesús. Que Dios lo guarde y lo siga bendiciendo y usando para Su gloria y edificación de su Iglesias

  • @alexmarte1232
    @alexmarte1232 3 года назад +3

    Excelente enseñanza. Dios les bendiga a usted y a todos los pastores de IbSJ, que él lo continúe guiando a toda verdad en amor y sus días sean alargados sobre la tierra para bendición de su pueblo.

  • @isabelsantos9456
    @isabelsantos9456 3 года назад

    Hermosa palabra gloria al padre a su hijo Jesucristo y al presioso Espiritu santo De nuestro Dios Eterno muchas bendisione postor

  • @gloriamunoz3712
    @gloriamunoz3712 3 года назад

    🙏🙏🙏

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    LA SUJECCIÓN DE JESÚS A SUS PADRES:
    Ya hemos visto que con tan solo 12 años (un menor de edad) se saltó todo lo que hubiera tenido que hacer un niño de esa edad, en sujeción a sus padres. Sabiendo que Sus padres abandonarían Jerusalén, y regresarían a su hogar, en Nazaret, y que Su ausencia de la comitiva provocaría gran angustia en ellos, no sólo no les pidió permiso para quedarse en Jerusalén, sino que ni tan siquiera les informó de ello.
    Ya de adulto, cuando Su familia pensaba que estaba trastornado (“fuera de sí”), pues no paraba de enseñar y hacer milagros, ni tan siquiera para comer, y se acercaron a donde Él estaba predicando y sanando, con la finalidad de llevárselo por la fuerza (“prenderle”), y se le informó a Jesús que Su madre y hermanos estaban fuera, y deseaban hablar con Él.
    ¿Qué hizo Jesús? ¿Dio el honor a Su madre, como hubiera hecho cualquier otro, y la hubiera recibido al instante, hablándole con amabilidad y comprensión? Nada de eso: Primero no le dio la prioridad, y la hizo esperar (junto al resto de Su familia). Y luego, dejó muy claro que Su familia terrenal estaba en “segundo lugar” respecto a Su familia espiritual (Mr. 3:20-21, 31-35).

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    CUMPLIR TODA JUSTICIA POR JESÚS Y JUAN:
    Cuando en Mt. 3:15 Juan el Bautista se oponía al bautismo de Jesús, y Jesús le respondió: “Deja ahora, porque es necesario que cumplamos toda justicia”, es obvio que para nada se refiere a “obedecer la Ley de Moisés”. Ésta, no mandaba bautizar.
    Pero la Justicia de Dios (no Su amor o bondad) iba a exigir que, cuando llegara Su hora (la hora suprema de Cristo: la de Su sacrificio en la cruz) Él representara sobre el madero a los elegidos de la nación de Israel (el remanente salvo).
    En aquel bautismo “para arrepentimiento”, que Juan administraba, Jesucristo no tenía nada de qué arrepentirse personalmente, pero usa esa dramatización para enseñar a los escogidos del pueblo de Israel que Él tomaría el lugar de ellos, sobre la cruz. Y, anticipadamente a ese hecho, Él "se bautiza por ellos". A fin de que ellos pasasen personalmente por el reconocimiento de su maldad (se arrepintiesen) públicamente, y así quedaran listos (en su día, Ez. 20:37; Zac. 12:10-14 = Jn. 19:37; Hch. 5:31), para recibir el perdón, y la entrada a un Nuevo Pacto.

  • @mauriciogutierrezortiz2519
    @mauriciogutierrezortiz2519 3 года назад +3

    Bendiciones pastor, excelente a él sea la gloria ☝️

  • @gabrielacardenas6230
    @gabrielacardenas6230 3 года назад +1

    Gracias Pastor Salvador por su enseñanza

  • @CreacionesMcCArthur
    @CreacionesMcCArthur 3 года назад

    Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢́ (Mateo 7:22,23).... El que dice 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲 al Señor Jesucristo y no obedece sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él (1ra Juan 2:4)

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    ¿DICEN LAS ESCRITURAS QUE JESUCRISTO OBEDECIÓ LA LEY?
    Dice Salvador Gómez: “Las Escrituras dan testimonio claro, a viva voz, de que nuestro Señor desde el primer instante en el que vivió como hombre en este mundo, hasta el final, se mantuvo apegado a la Ley de Dios, de una manera completa y perfecta”.
    Primero: tiene la obligación (o al menos, la responsabilidad) de mostrar dónde las Escrituras dicen eso.
    Segundo: Si Jesucristo obedeció perfectamente la Ley por el pecador, para obtener así la Justicia de Dios, a fin de vestirlo con ella, y que así pudiera estar en Su presencia. Y, cuando me convierto a Dios, esa Justicia perfecta se me acredita por la fe, de modo tal que “es como si yo mismo hubiera obedecido la Ley de Moisés”, entonces:
    ¿Tengo yo que volver a obedecerla?
    ¿Es que no fue suficiente con la obediencia de Cristo, en mi lugar, de una vez?

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    LA LEY DE MOISÉS, Y LA VOLUNTAD DE DIOS (2)
    Hay otro episodio que nos muestra el tipo de relación que Él tenía con Su familia terrenal (Mr. 3:20-35). En esta ocasión, Su madre y hermanos llegaron a pensar que padecía una locura temporal (que estaba “fuera de sí”), porque no paraba de enseñar y hacer milagros, ni para comer.
    Y, cuando los Suyos se presentan en la escena, con el fin “de prenderlo” (cogerlo por la fuerza), preguntando por Él, y diciendo que Le querían hablar, ¿Qué hizo Jesús cuando la gente Le informó del suceso? ¿Acaso “honró a Su madre”, atendiéndola en primer lugar (de inmediato), y después hablando de ella con la consideración que cualquier ser humano hubiese hecho?
    Nada de eso: Primero le hizo esperar, junto con el resto de Sus familiares. Y luego expresó que cualquiera que hiciera la voluntad de Su Padre (ninguna referencia hay explícita o implícita aquí a la Ley de Moisés), ese era Su hermano, Su hermana y Su madre; dando con ello a entender que “honrar a sus padres terrenales” no era una prioridad en Su vida.
    Por otro lado, Santiago dice que hacer acepción de personas, es pecado, y transgredir la Ley de Moisés (Stg. 2:8-9). ¿No es bien conocido que Jesús hacía distinciones entre discípulos y discípulos? Normalmente, elegía a los hijos de Zebedeo y a su primo Pedro, para mostrarles las revelaciones más “impactantes” o mantenerlos cerca de Sí, en las situaciones más críticas de Su vida (Mt. 17:1; 26:37; Mr. 5:37 y concordantes).
    Eso no indica que Jesús pecó (Su “acepción de personas” fue motivada por algo correcto, y servía a los propósitos de Dios), pero sí que no obedeció la Ley de Moisés “perfectamente” (es decir, tal como los legalistas entienden esta cuestión, como un asunto de “la letra” de la Ley, 2 Co. 3:6).
    En cuanto a identificar la justicia de Cristo con la obediencia que los legalistas Le suponen a la Ley sinaítica, vemos que andan muy errados, ignorando que la Persona del Dios-Hombre es perfectamente santa y justa, sin tener que evidenciarlo (constatarlo, probarlo, o hacerlo efectivo) obedeciendo alguna Ley (y menos los rudimentos contenidos en la Ley judía, Gá. 4: 3, 9; Col. 2: 16-20, que habla de ciertas disposiciones de la Ley de Moisés, que obviamente Jesús no obedeció nunca).
    Y muchos menos, afirmar que “la justicia de Cristo”, Jesús la consiguió por medio de “toda una vida de obediencia a la Ley judía”. Hay que tener un concepto muy rebajado de Quién es Jesucristo, y una mente muy retorcida, para llegar a pensar eso, después de haber leído las Escrituras (y muchas veces).
    Si fuese cierto que lo que salva al pecador es no sólo Su muerte en la cruz, la cual sólo sirve para perdonar los pecados y dejar “su cuenta a cero”, sino que es necesario imputar al pecador una justicia diferente a la que el Señor obtuvo en la cruz, y la cual se halla en Su vida entera de perfecta obediencia a la Ley judía, entonces Pablo no se hubiese expresado a los corintios de esta forma:
    “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Co. 2:2). ¿Por qué Pablo obvió el asunto de “la justicia ganada por Cristo con Su obediencia a la Ley sinaítica, para luego poderle ser acredita en la cuenta del pecador, a fin de que no se quede en cero”, si es algo tan fundamental, o más, que Su sacrificio en la cruz?
    Para los legalistas esto es “muy importante”. Pero, al parecer (según vemos), para Dios (y para Pablo) no lo es.

  • @ZAGS1968
    @ZAGS1968 3 года назад +1

    Gracias por esa hermosa enseñanza Biblica , estimado pastor . Los que hemos experimentado la salvación por gracia, que viene de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, comprendemos lo liberadora que es.
    Esta salvación no dependo de mi esfuerzo humano, sino de la bendita obra redentora de Jesucristo, desde su concepción virginal, hasta su martirio y resurrección.
    ¡ Gloria sea al Dios de la vida, a Paz, el amor, la justicia y la eterna redención porJesucristo!

    • @candidogarciarodriguez2532
      @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

      ¿Me podrías decir dónde enseñan las Escrituras que la obra redentora de Jesucristo la efectuó desde Su concepción virginal, hasta Su martirio y resurrección? Gracias.

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    APARTE DE LA LEY
    El predicador lee: “Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia” (Ro.3:21-22).
    Y lo coloca en medio de un discurso donde reitera, y enfatiza, que “Jesucristo obedeció la Ley (de Moisés), desde Su nacimiento hasta Su muerte, de una manera completa y perfecta, para poder salvar al pecador”. Esa idea no está en la Biblia, que dice muy claramente que la salvación se logró “APARTE DE LA LEY”, sino en su teología. Esta teología marca lo que los legalistas quieren creer, conforme a su propia mentalidad, tal como la Escritura lo anuncia: “pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones” (2 Ti. 4:3).
    De igual manera que a los católicos no los engañan “los curas”, ni sus obispos, ni sus cardenales y papas; ni a los testigos de Jehová “el Cuerpo Gobernante” desde la Watchtower, en N.Y. (con sus ancianos y precursores), sino que éstos sólo les predican lo que “ellos están listos para creer”; lo que sus mentes aceptan y “entienden” como bueno, así hacen los teólogos del pacto, y los reformados.
    Cada individuo es responsable, delante de Dios, por lo que cree. Otros pueden cooperar (facilitar) esas creencias, pero la puerta de sus mentes y corazones solo la pueden abrir los que viven en la casa. La fe es algo personal. Nunca dirá una persona a Dios: “vine a la perdición, engañado por lo que se predicaba en mi iglesia”. No es así: “fuiste engañado, porque te gustaba lo que el falso predicador decía”.
    A los de mente legalista, se les hace imposible concebir la vida religiosa (y aún la vida ordinaria) sin “la ley”. Y, al igual que hacen las serpientes, encontrarán el hueco más impensablemente pequeño, para colarla dentro de las doctrinas cristianas, pervirtiéndolas.

  • @sandrajaraflores5361
    @sandrajaraflores5361 3 года назад

    Hermosa enseñanza.Dios le bendiga pastor

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    LOS FAVORITISMOS DE JESÚS.
    Sí, Jesús siempre obedeció a Su Padre. Pero NO a los rudimentos que, con fines didácticos, y de producción de arrepentimiento (tomar conciencia de la propia maldad, inveterada en la naturaleza humana) Dios había dado a Israel, en lo que se llama la Ley de Moisés, o Sinaítica.
    Jesús mostró un fuerte favoritismo con las personas. De entre los habitantes de Israel, Él eligió a doce para que fuesen sus “íntimos” (Sus apóstoles), que lo acompañasen siempre a todos lados y fuesen testigos de todo lo que hacía y decía.
    De entre éstos, escogió a tres para los eventos más relevantes: solo llevaba consigo a Santiago, Juan, y Pedro. Y, dentro de ese círculo pequeño, tenía uno aún más restringido: la intimidad que profesaba con Juan, no la tenía con nadie más. Es por esto que el propio Juan se autodenomina (sin jactancia), “el discípulo al que Jesús amaba” (Jn. 19:26; 21:20).
    También tenía otros círculos de amistades, que frecuentaba, como Lázaro y Sus hermanas.

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    JEHOVÁ, JUSTICIA NUESTRA
    El predicador dice que para que se tenga que dar “el glorioso intercambio” del que habla 2 Co. 5:21, donde Cristo fue hecho pecado por los elegidos, y ellos fueron hechos justicia de Dios en Cristo, Éste tuvo primero que adquirir una Justicia igual a la Divina, para luego serle acreditada a los recipientes de la gracia.
    Eso es asumir que Jesucristo no tenía esa Justicia “per se” (en Sí mismo). Que Él no era lo suficientemente justo, hasta que no obedeció durante toda Su vida la Ley mosaica, de una manera perfecta, y así probó ser justo. Ahora sí, después de pasarse 33 años y medio obedeciendo la Ley, estaba listo para morir por los pecadores. Había probado con Su “obediencia completa y perfecta a la Ley judía” ser idóneo para tal sacrificio. Y, de paso, había adquirido una justicia que antes no tenía.
    ¡Aberrante! ¡Cómo aquellos a quienes se les supone un real y profundo conocimiento del Evangelio, pueden pervertirlo de esa forma!
    En palabras del predicador, “Ser inocente ante la Justicia Divina no se trata de lograr de que nuestros pecados sean borrados únicamente. Un registro de Justicia tan limpio, tan limpio que no contenga nada, no nos salvará. Tiene que contener la Justicia de Jesús. ¿Ven el punto?
    “No es solamente que Jesús murió en la cruz cargando nuestros pecados; es que necesitamos la Justicia de Jesús a nuestra cuenta. Porque, recordemos que hay una transacción legal en la justificación”.
    Además de la enorme herejía, es también muy decepcionante, y ciertamente triste, que quienes, llamándose cristianos, y pasándose la vida estudiando las Escrituras (como los doctores de la Ley o escribas de la época de Jesús) no puedan ver en pasajes como Jer. 23:5-6 otra cosa que “a Jesucristo obedeciendo la Ley de Moisés” para adquirir justicia para ellos.
    Dios está hablando en esa profecía contra los pastores de Su pueblo Israel: “¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! Dice Jehová. Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová”
    “Yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras a donde las eché, y las hará volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán”
    “Y podré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová”
    Los teólogos del pacto, y reformados ¡¡dicen que esta es la formación de la Iglesia!!
    ¡Inaudito! Que ellos mismos lo están leyendo, y miran para otro lado (le vuelven la cerviz, y no el rostro, Jer. 2:27). Que incluso digan que ellos son el verdadero Israel (una continuación del remanente de ese pueblo, o usa sustitución del mismo), y no vean claramente cómo Dios habla contra ellos, y se aperciban de su mal. Y del enojo de Dios por su comportamiento con “las ovejas”. Y del castigo que les aguarda.
    NOTA: Aunque la Iglesia no es Israel, esto se escribió “como ejemplo” para nosotros (Ro. 15:4; 1 Co. 10:6,11)

  • @saracordoba255
    @saracordoba255 3 года назад +1

    😇🙏🇦🇷

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    LA OBRA DE CRISTO EN LA CRUZ PROVEE NO SOLO PERDÓN, SINO JUSTICIA.
    A ver si entendí: Jesucristo no era lo suficientemente justo en Sí mismo, por lo que Dios Lo puso a obedecer la Ley de Moisés (bueno, sólo los Diez Mandamientos: una parte minúscula de esa Ley) para que obtuviese una justicia perfecta, a fin de que luego se le pudiera imputar al pecador, justificado por Su obra en la cruz, para que éste pudiese entrar a Su presencia.
    Si no entendí mal, esa obra de Cristo en la cruz no provee justicia suficiente para que el pecador tenga derecho a estar en la gloria de Dios. Solo sirve para “poner a cero” la cuenta de sus deudas con Dios (sus pecados).
    La Ley de Moisés (tomándola en su conjunto, y no en compartimentos estancos: la sección moral, los sacrificios, ofrendas, ceremonias y ritos que allí estipula) es una predicación del Evangelio, pero dramatizada, y de alcance elemental (rudimentario).
    Ella, como en el Evangelio, consta de dos noticias: una mala, y otra buena. La mala es cuando, en su sección moral, presenta la maldad del ser humano (ya que ni siquiera le demanda hacer lo bueno, sino meramente que trate de evitar hacer lo malo: y ni siquiera eso puede). Es como presentarle una tarta de chocolate y fresa a un grupo de niños, y decirles: voy a ausentarme un momento, por favor, que nadie meta su dedo en la tarta (para después chuparlo). Ro. 3: 19-20; 7: 7-24; 1 Co. 15:56).
    La noticia buena es que hay provisión de Dios para solucionar, no sólo la cuestión de los pecados, que demandan la muerte (eterna) del pecador (y así “poner a cero la cuenta” de las deudas del pecador para con Dios): eso lo saldó la muerte de Jesucristo. Sino que su naturaleza depravada le hace inapto para estar en Su gloria (Ro.3:23; 6:23), y la obra de Cristo en la cruz le provee de la justicia y santidad necesarias para gozar de Su presencia (Lc. 1:75; Ro. 6:19, 22; 1 Co. 1:30; Ef. 4:22; 1 Ts. 3:13; 2 Ts. 2:13, etc.). Eso lo solventó la maldición de Cristo por ellos, cuando estuvo colgado tres horas de la cruz (Ro. 8:3; 2 Co. 5:21; Gá. 3:13).

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    ¿JESUS ES EL SEGUNDO ADÁN, O EL ÚLTIMO?
    Dice el predicador que Adán fue nuestro representante, pero lo hizo mal. Entonces vino el Hijo de Dios, como otro Adán, para ser nuestro representante.
    Él dice: “La representación del pecador por parte de Jesús, no fue válida solamente en lo que tiene que ver con la muerte de Cristo, sino con la representación de Su vida. Así como Jesús nos representó en muerte, así también nos representó con Su vida. Todo lo que Él hizo como Hijo de Dios encarnado es lo que luego sería puesto en nuestra cuenta”.
    Pero Jamás las Escrituras dicen eso, ni por asomo lo dan a entender. Jesús mismo, enseñando a Sus discípulos qué es lo que los hará “grandes” ante Dios, que no será su supremacía o enseñoramiento sobre los hermanos, sino su “empequeñecimiento”, haciéndose siervo de los demás, señala el objetivo de Su primera venida: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir [eso caracteriza la mentalidad y actividad de los que en verdad son Suyos], y PARA DAR SU VIDA EN RESCATE por muchos” (Mr. 10:45).
    Si en la segunda parte del “glorioso intercambio” de 2 Co. 5:21, la obediencia a la Ley mosaica por parte de Jesús era una cuestión de tanto peso, algo sumamente importante, clave y por tanto imprescindible, ¿Cómo es que Jesús, ni Sus apóstoles, nunca lo mencionan siquiera?
    No, en los planos de Dios no figura volver a levantar un segundo Adán, y repetir la experiencia que ya fue hecha en el principio, en el huerto del Edén. Lo que Dios tuvo siempre “en mente” fue levantar un “postrer Adán” (1 Co. 15:45) que finalizara con la naturaleza de la raza caída de Adán (Ro. 8:3).
    Eso es lo que significan las palabras que Dios dijo a la serpiente: “pondré enemistad entre tu simiente [los ángeles que arrastró consigo en su rebelión, y los hombres fueron añadidos a su causa, de ahí, que compartan el mismo castigo, Mt. 25: 41] y la simiente suya [la nueva humanidad que provendría de aquella misma humanidad que acababa de caer: de la mujer];
    “ésta te herirá en la cabeza (Ro. 16:20), y tú le herirás en el calcañar (Ap. 12:4b)”. Si Satanás hubiese sabido que dando muerte al Dios-Hombre se buscaba su completa ruina (Col. 2:15), nunca lo hubiera matado (1 Co. 2:7-8).
    Todo eso lo hizo Cristo en la cruz. Y solamente allí.

  • @xiomarajones5978
    @xiomarajones5978 3 года назад

    AMÉN

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    LA LEY DE MOISÉS, Y LA VOLUNTAD DE DIOS (1)
    Hay varios errores de grueso calibre en esta predicación, que proporcionan la base para un “evangelio diferente” al que Pablo predicaba (Gá.1:6-8).
    1. Igualar la obediencia a la voluntad de Dios, con la obediencia a la Ley de Moisés.
    2- Identificar la Justicia de Cristo, con la obediencia a la Ley de Moisés.
    3- Creer que lo que hizo justo a Jesucristo fue Su (supuesta) obediencia a la Ley de Moisés.
    De forma muy breve, respondo a esos falsos silogismos:
    Jesús fue siempre obediente a la voluntad de Su Padre. Y hasta se menciona el hacer esa voluntad, como el propósito de Su primera venida, y lo que santifica a los Suyos: lo que los salva (He. 10:7, 10). Pero nunca la Escritura dice que Jesucristo obedeciera un solo mandamiento de la Ley de Moisés.
    Aunque es lógico (sensato) pensar que Jesús fue circuncidado, ni siquiera eso lo mencionan (explícitamente) las Escrituras. ¿Por qué? Porque eso hubiera puesto el acento en algo que hubiera dado lugar al error que precisamente las teologías pactualista y reformada afirman: que Jesús, en Su obediencia “activa”, obedeció la Ley de Moisés. Y que eso lo hizo (lo evidenció como) Justo.
    Ellos dicen que “la sangre de la circuncisión de Jesús no salva menos que la sangre de Su cruz”. Pareciera que ellos hacen de la sangre literal un "Nehustán" (2 R. 18:4).
    En la coherente circuncisión de Cristo, Él debía tener unos 8 días de edad. ¿Pudo ser ese un acto meritorio (que expresara Su justicia personal), si no hubo voluntariedad ni consciencia por Su parte? Por otro lado, la circuncisión es un rito mandado a todo israelita, antes de que fuera introducida la Ley sinaítica, dada a Israel (no al mundo). No es un mandamiento de esa Ley.
    Las Escrituras dicen que Jesús no guardó el sábado (Mt. 12:1-8 y concordantes). Es más, Él reprendió a los súper religiosos (los fariseos) por exigir a Sus discípulos la obediencia a esta ordenanza de la Ley mosaica. Y aún, es más: reveló que Él es Señor (junto con los que lleguen a constituir Su cuerpo, Su esposa, la Iglesia del N.T.) de ese día. Dando a entender que pueden disponer de él, como les plazca. Que no están encorsetados por esa Ley.
    Y eso lo reafirmó más enfáticamente en el mismo pasaje, al decir que Él era mayor que el templo. Lo cual quiere decir, mayor que todo el sistema legal del Sinaí, pues el centro neurálgico de la obediencia a esa Ley se halla en el templo judío. No se podía obedecer esa Ley, sin acudir a dicho templo (adorar a Dios, presentar sacrificios por el pecado y ofrendas diversas, usar a los sacerdotes como mediadores, realizar la expiación por el pueblo, expresar la comunión con Dios, etc., fuera de ese templo).
    Así, pues, Jesús tampoco usó el templo con el fin de guardar la Ley sinaítica, sino para enseñar (Mt. 26:55; Lc. 22:53; 19:47; 20:1; 21:39; Mr. 12:35).
    Pero tampoco “obedeció o estuvo sujeto a Sus padres terrenales” todo el tiempo. En Lc. 2:41-52, vemos que no pidió permiso (ni tan siquiera informó) a Sus padres, teniendo tan solo 12 años de edad (técnicamente, siendo “menor de edad”, y viviendo bajo el techo paterno) para permanecer en Jerusalén, y más osadamente, acudir al templo, una vez acabada la fiesta de la pascua, que era cuando Él sabía perfectamente (pues ya llevaba 11 años haciéndolo, año tras año, con ellos) que Sus padres abandonarían Jerusalén, para regresar a su hogar, en Nazaret.

  • @franciscoparra2637
    @franciscoparra2637 3 года назад

    Hermano la Biblia nos habla de dos mesías uno es el hijo de Dios y el otro es el retoño de David que es siloh y este es el que va a venir en los últimos días y es el primer jinete del apocalipsis y también es el quinto jinete

  • @candidogarciarodriguez2532
    @candidogarciarodriguez2532 3 года назад

    JESÚS NO PAGABA IMPUESTOS NI TRIBUTOS.
    Él era el Rey legítimo de Israel, ¿Cómo iba a pagar a un emperador que les había sometido?
    Solamente en el episodio de Mt. 17:24-27, vemos que, para no ofender a los que cobraban las dos dracmas del tributo para el Templo, Jesús accedió a pagar por Él y por Pedro (aunque lo hizo con dinero que se hallaba en un pez). Usando como referencia Esd.7:24, ya podría Pedro haber sabido que su Maestro no debía pagar ese tributo. Y mucho menos si, de verdad creía, que era “el Hijo del Dios vivo”. Pero Jesús fue condescendiente.
    Jesús no diezmaba, que era un mandamiento bien característico de la Ley del Sinaí (que hoy usan los “avispados pastores o líderes religiosos” para llenarse los bolsillos con los “diezmos” de los supuestos cristianos).