La cultura de la cancelación viene de gente reaccionaria de derecha, producidos incluso por el propio medio donde se articula el mensaje. Algunos de ellos tienden a prácticas de izquierda pero basta con analizar un poco el contexto para ayudarnos a ver más claro. Es ingenuo pensar que ahora la derecha se "ofende" por ser cuestionada en todas sus prácticas y que vengamos a defender la "libertad de expresión" de un sector mayoritario y hegemónico. No comparto los lineamientos de la cultura woke porque es cierto que la cancelación, además de suprimir la memoria que sirve de testigo y aprendizaje, también restringe, se vuelve normativo y es una de las tantas caras que generó el capitalismo a partir del llamado de las minorías racializadas, solo que esta vez adecuada a los nuevos dispositivos de comunicación. Pero pensar que lo woke nace y lo tripulan personas racializadas, violentadas, invalidadas, excluidas es decir demasiado desde el privilegio.
La cultura de la cancelación viene de gente reaccionaria de derecha, producidos incluso por el propio medio donde se articula el mensaje. Algunos de ellos tienden a prácticas de izquierda pero basta con analizar un poco el contexto para ayudarnos a ver más claro. Es ingenuo pensar que ahora la derecha se "ofende" por ser cuestionada en todas sus prácticas y que vengamos a defender la "libertad de expresión" de un sector mayoritario y hegemónico. No comparto los lineamientos de la cultura woke porque es cierto que la cancelación, además de suprimir la memoria que sirve de testigo y aprendizaje, también restringe, se vuelve normativo y es una de las tantas caras que generó el capitalismo a partir del llamado de las minorías racializadas, solo que esta vez adecuada a los nuevos dispositivos de comunicación. Pero pensar que lo woke nace y lo tripulan personas racializadas, violentadas, invalidadas, excluidas es decir demasiado desde el privilegio.