El hábito de ayunar - Karen Rangel | Clases: Los hábitos de Jesús

1. **Importancia del ayuno como hábito espiritual**: El ayuno es un acto de adoración, arrepentimiento y humillación ante Dios. No se trata solo de dejar de comer, sino de aprovechar ese tiempo para orar y alinearnos con Dios, buscando su voluntad con mayor intensidad. Sin oración, el ayuno es solo morirse de hambre.
2. **El ayuno de Jesús como ejemplo**: Jesús ayunó durante 40 días y 40 noches, enfrentando tentaciones de Satanás. Su ayuno nos muestra cómo esta práctica puede traer claridad espiritual y fortaleza sobrenatural. Al ayunar, debemos buscar tener la misma conexión profunda con Dios que tuvo Jesús.
3. **Ayuno como desintoxicación física y espiritual**: El ayuno no solo afecta el cuerpo al purificarlo y desintoxicarlo, sino que también tiene un impacto en el alma y el espíritu. Nuestro cuerpo, alma y espíritu están interconectados, y el ayuno ayuda a someter los deseos de la carne para concentrarnos en escuchar a Dios.
4. **El desafío y las tentaciones durante el ayuno**: Durante el ayuno, es común enfrentar tentaciones o distracciones que intentan desviar nuestra atención de la conexión con Dios. Sin embargo, es esencial proteger ese tiempo sagrado con disciplina, luchando por mantener la quietud necesaria para escuchar la voz de Dios.
5. **Adoptar el ayuno como un hábito continuo**: El objetivo no es hacer del ayuno algo esporádico, sino un hábito regular. Se sugiere que como iglesia se establezca el ayuno como una práctica mensual, el primer lunes de cada mes, como un acto de consagración y humillación ante Dios, buscando su dirección y respuesta en nuestras vidas.