VIO A SU DIFUNTA ESPOSA CON OTRO HOMBRE Y LO QUE DESCUBRIÓ LO DEJÓ EN SHOCK...

VIO A SU DIFUNTA ESPOSA CON OTRO HOMBRE Y LO QUE DESCUBRIÓ LO DEJÓ EN SHOCK...
Beatriz estaba de pie en la pequeña cocina de su casa, observando distraída por la ventana mientras el sol de la mañana iluminaba suavemente las hojas de los árboles en el patio. La escena era tranquila, casi perfecta. El aroma del café recién hecho se mezclaba con el suave olor de los panes que ella había preparado para el desayuno. Era una rutina que repetía todos los días, y aunque apreciaba la estabilidad que su vida le ofrecía, algo en su corazón anhelaba más. Alejandro, su esposo, aún estaba en la habitación, arreglándose para otro día de trabajo. Era un hombre dedicado, alguien que se esforzaba por darle a su familia lo mejor que estaba a su alcance. Trabajaba como técnico de mantenimiento en una pequeña fábrica local, y aunque el sueldo no era alto, era suficiente para mantener a la familia cómoda. Beatriz sabía que Alejandro hacía todo lo posible para que no les faltara nada, y estaba agradecida por eso. Sin embargo, por más que intentara, no podía evitar que sus pensamientos se desviaran hacia un mundo diferente, un mundo de lujo y glamour, algo que parecía tan distante de su realidad. Mientras servía el café en las tazas y organizaba la mesa para el desayuno, su mente vagaba hacia esas revistas de moda que solía hojear cuando tenía un momento libre.
Esas páginas brillantes, llenas de imágenes de mujeres elegantes con vestidos caros, joyas relucientes y fiestas lujosas, parecían susurrarle desde un universo alternativo, uno en el que secretamente deseaba habitar. Beatriz no podía evitar imaginarse usando uno de esos vestidos, participando en una de esas fiestas, lejos de las responsabilidades diarias y de la monotonía que parecía definir su vida. Esa insatisfacción silenciosa comenzó a crecer dentro de ella en los últimos meses. Era como si un vacío se estuviera formando en su corazón, algo que el amor de Alejandro y el cariño de sus hijos no podían llenar completamente. Eran una familia unida, de eso no había duda, pero Beatriz sentía que estaba perdiendo algo fundamental, una parte de sí misma que nunca había tenido la oportunidad de explorar. En el fondo, Beatriz sabía que sus sueños de lujo eran vanos y quizás hasta egoístas, pero la idea de renunciar a sus ambiciones la dejaba aún más insatisfecha. Había una lucha constante dentro de ella entre la gratitud por lo que tenía y el deseo de algo más, algo que no podía definir con precisión. Era como si estuviera atrapada en una vida que, aunque segura y cómoda, no era la vida que había imaginado para sí misma.