Una obra maestra de la gastronomía gallega, el cocinero tiene un desempeño profesional que roza la exquisitez y, con esa materia prima digna de los Dioses, hacen que resulten prácticamente inexplicables los “no me gusta”.
Personalmente yo hubiese utilizado una rejilla metálica para evitar el contacto de la carne con los líquidos en el horno y así evitar que se cociera la carne por abajo. Aún así gran receta y un pintón
Una obra maestra de la gastronomía gallega, el cocinero tiene un desempeño profesional que roza la exquisitez y, con esa materia prima digna de los Dioses, hacen que resulten prácticamente inexplicables los “no me gusta”.
Personalmente yo hubiese utilizado una rejilla metálica para evitar el contacto de la carne con los líquidos en el horno y así evitar que se cociera la carne por abajo. Aún así gran receta y un pintón