SALMO 91 La Oración más Poderosa de la Tierra
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- Опубликовано: 8 фев 2025
- El Salmo 91, es la oración más poderosa de la Tierra. El que habita al abrigo de Dios, es la más poderosa oración de Protección y Provisión creada. Es conocida como la oración más bella y hermosa de la Biblia.
El Salmo 91 puede ser utilizado como una oración, para cualquier finalidad y en cualquier momento de la vida. Y es que sus poderosas palabras contienen una gran fuente de energía que nos ayudan a sobrepasar los momentos más difíciles de nuestra vida.
Si estás buscando salud, trabajo, o una ayuda divina, siempre puedes acudir a este Salmo 91, siendo uno de nuestros mejores aliados para restablecer nuestra fe en Dios.
El Salmo 91 es “la gran oración de poder”. Esto se debe al importante impacto espiritual que estas palabras escritas tienen en la vida de las personas que la rezan, se trata de un salmo que declarado con fe puede cambiar cualquier circunstancia difícil, te invito a conocer el poder del Salmo 91 y a emplearlo con sabiduría.
Al meditar con frecuencia en Dios, en su bondad, su amor y sus obras, es la mejor manera de “habitar bajo el abrigo del Santísimo” y esto es necesario para poder tener una íntima comunión con Dios lo que conlleva al desarrollo de la fe, creyendo en todo momento que Dios dará la respuesta a la circunstancia.
El que habita al abrigo de Dios, es un escudo protector que nos brinda una liberación espiritual ante cualquier mal. Dios siempre enviará ángeles que nos guarden, nos guíen y nos supervisen.
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SALMO 91
El que habita al amparo del Altísimo.
Morará a la sombra del Omnipotente.
Diré yo al SEÑOR: «Refugio mío y fortaleza mía,
Mi Dios, en quien confío».
Porque Él te libra del lazo del cazador
Y de la pestilencia mortal.
Con Sus plumas te cubre,
Y bajo Sus alas hallas refugio;
Escudo y baluarte es Su fidelidad.
No temerás el terror de la noche,
Ni la flecha que vuela de día,
Ni la pestilencia que anda en tinieblas,
Ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
Aunque caigan mil a tu lado
Y diez mil a tu diestra,
A ti no se acercará.
Con tus ojos mirarás
Y verás la paga de los impíos.
Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio,
Al Altísimo, por tu habitación.
No te sucederá ningún mal,
Ni plaga se acercará a tu morada.
Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti,
Para que te guarden en todos tus caminos.
En sus manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y la cobra pisarás;
Pisotearás al cachorro de león y a la serpiente.
«Porque en Mí ha puesto su amor, Yo entonces lo libraré;
Lo exaltaré, porque ha conocido Mi nombre.
Me invocará, y le responderé;
Yo estaré con él en la angustia;
Lo rescataré y lo honraré;
Lo saciaré de larga vida,
Y le haré ver Mi salvación».