Es increíble como proliferan en la academia estos discursos radicales, muy subjetivos y discriminatorios ya desde el título. En fin, esto demuestra que el individuo, incluso el pensador profesional, es muy susceptible a los discursos de carácter pulsional, que crean enemigos malignos y un pueblo oprimido. De esta manera se atrapa y debilita el yo y se dirige a estas nuevas masas, junto con sus teóricos, contra otros seres humanos. Lamentable
Es increíble como proliferan en la academia estos discursos radicales, muy subjetivos y discriminatorios ya desde el título. En fin, esto demuestra que el individuo, incluso el pensador profesional, es muy susceptible a los discursos de carácter pulsional, que crean enemigos malignos y un pueblo oprimido. De esta manera se atrapa y debilita el yo y se dirige a estas nuevas masas, junto con sus teóricos, contra otros seres humanos. Lamentable