PILARES Y ESTANDARTES - BATSHEVA JAYA EFRAT

Hablar de los pilares y estandartes desde una perspectiva esotérica, mística y cabalista en relación con la Torá implica adentrarse en un lenguaje simbólico que conecta el cuerpo, la psique y el alma con los fundamentos espirituales del universo.
Los Pilares: En la Cábala, los pilares representan las estructuras esenciales que sostienen la existencia. Están simbolizados en el Árbol de la Vida por las tres columnas: la derecha (Jésed), la izquierda (Guevurá) y la central (Tiferet). Estos pilares no solo representan atributos divinos sino que también son caminos internos, fuerzas que moldean nuestro ser y nuestra percepción. Cada columna nos enseña el equilibrio entre la misericordia y la severidad, con Tiferet en el centro como el camino de la armonía. En la Torá, los pilares también se relacionan con los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) y sus características esenciales, representando las cualidades que debemos cultivar para elevarnos espiritualmente.
Los Estandartes: Los estandartes son representativos de las tribus de Israel, cada una con su emblema y color específico, un símbolo de su propósito único dentro del conjunto. Desde una perspectiva esotérica, los estandartes son las señales de nuestras propias identidades espirituales y misiones de vida. Cada alma está destinada a llevar su “estandarte” particular, cumpliendo con una función que aporta al equilibrio y al propósito del todo. Esto es comparable a la idea de los sefirot, donde cada sefirah tiene su propia energía, color y esencia que contribuye al flujo de la vida divina.
Conexión con la Torá: Los pilares y estandartes en la Torá representan la forma en que el ser humano debe elevar su vida hacia lo divino, buscando balance entre sus atributos internos y respetando su esencia única. En este sentido, podemos ver que tanto los pilares como los estandartes tienen un llamado a la rectificación del alma, el Tikkun. A nivel personal, esto implica el compromiso con la autoconciencia y la dedicación a los valores de la Torá, buscando la perfección del carácter y el servicio en el mundo.
Desde esta visión mística, cada uno de nosotros sostiene pilares que, a su vez, son estandartes para otros. Nuestra vida y nuestras acciones se convierten en señales y en apoyo para aquellos que nos rodean, reflejando una realidad espiritual donde todos somos tanto sustentadores como guiadores de otros.
Batsheva Jaya Efrat